James Gordon Bennett
Amigo del conde francés De Dion, quien fundó una de las marcas más famosas de automóviles de finales del siglo XIX, el joven James Gordon Bennett era aficionado al automovilismo y fue un mecenas de su desarrollo en la “Belle Epoque”. James era hijo de Mr. Gordon Bennett, propietario del periódico New York Herald, un filántropo que mandaba sus reporteros lo mismo al África que al Polo Norte, siempre buscando lo más novedoso e impactante de la noticia.
Su hijo James vivía en París y frecuentaba los exclusivos salones sociales de la época, donde el automovilismo era tema recurrente entre la aristocracia parisina. El conde De Dion lo embulló para hacer de la Copa Gordon Bennett todo un acontecimiento mundial y así fue. Y es que las carreras de autos mejoraban la potencia, velocidad y seguridad de los carros; así por ejemplo: en la París-Lyon del año 1900, el promedio de velocidad fue de 53 km/h, mientras la París-Burdeos en 1901 fue de 90 km/h.
El propio conde De Dion redactó un reglamento muy simple y efectivo: 1- los autos debían pesar más de 400 y menos de 1 000 kg, 2- debían ser conducidos por el chofer y un mecánico-ayudante, cuyo peso total (de ambos) no debía ser menos de 120 kg, si no llegaba a ese peso, había que poner lastre para conseguirlo, 3- cada Club podía tener de uno hasta tres competidores, 4- cada Club presentaría autos fabricados y con piezas del país de origen y sus mecánicos también debían serlo.
El Trofeo fue encargado por James Gordon Bennett a un orfebre de la “rue de la Paix” de París, llamado Aucoc. Así este joyero hizo de la preciada pieza una obra de arte. El Trofeo semejaba un automóvil de la época elaborado con metales preciosos y joyas sobre un pedestal de mármol, en el auto viajaba una victoria alada y delante, sobre el capó, un niño sostenía una antorcha en alto. Quien ganara el Trofeo lo retendría hasta la próxima carrera, que pasaría a manos del nuevo ganador, el nombre de los vencedores se grabaría en el pedestal de mármol.
La primera carrera internacional con el trofeo Gordon Bennett como premio, fue la París-Lyon, donde el Automóvil Club de Francia agrupó a los corredores por naciones: Francia (la mayoría), Bélgica y Estados Unidos; ganó el francés F. Charron en un Panhard & Levassor y el Trofeo quedó en Francia. Se estipulaba en el reglamento, además, que el país ganador debía organizar la carrera del año siguiente. La segunda carrera Gordon Bennett fue la París-Burdeos.
En esta segunda competencia participaron además los alemanes con sus poderosos autos Mercedes. Los ingleses llevaron un Napier tripulado por Edge, pero fue descalificado por tener neumáticos Michelin, que son franceses, no ingleses. Finalmente ganó el piloto francés Fournier con un automóvil Mors y volvió a quedar el Trofeo en Francia. La tercera carrera salió de Francia, la París-Viena (capital de Austria) y fue el primer trayecto internacional. El Trofeo Gordon Bennett terminó en la ciudad austriaca de Innsbruck y la ganó el inglés Edge con su Napier y neumáticos ingleses.
El Trofeo Gordon Bennett cruzó el Canal de la Mancha y fue a parar a Gran Bretaña. Después de la carrera París-Madrid, que terminó por suspenderse sin llegar a España por la muerte de Marcel Renault, los ingleses optaron por hacer la carrera en circuito (la primera) y no entre ciudades. La cuarta edición del Trofeo Gordon Bennett se realizó en un circuito pequeño de la ciudad irlandesa de Dublín. Participaron Francia, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra.
El 2 de julio de 1903, a las 7 am se dio la salida. El Napier del inglés Edge partió delante, le siguieron los autos Mercedes alemanes, los Winton americanos y el Panhard francés. Pronto la lucha se centró en el Panhard del francés De Knyff y el Mercedes del belga Jenatzy. En la recta el Panhard iba más rápido, pero en las curvas y las subidas, el Mercedes sacaba ventaja. Y así fue que ganó Mercedes y el Trofeo se marchó a Alemania. La carrera en circuito fue más emocionante y menos peligrosa que ninguna otra anterior.
Los alemanes prepararon un circuito en las proximidades de Salzburgo, por la región de Taunus, con pavimento de asfalto; muchas curvas y fuertes rampas para los Mercedes. Los franceses, que querían retomar la copa, llevaron tres carros poderosos: un Richard-Brasier de 80 CV, un Mors y un Trucat-Mary. Los alemanes con dos Mercedes y una nueva marca: Opel; por primera vez aparecieron los italianos con FIAT; los austriacos con un Daimler-Austro y Suiza también presentó su auto. El 17 de julio de 1904 se hizo la carrera, a la que asistió el emperador de Alemania Guillermo II.
El Panhard-Brasier de León Thery partió en punta mientras el Mercedes de Jenatzy le hacía sombra, pero el francés se impuso en los 550 km de recorrido en el circuito de Taunus. El promedio de velocidad fue de 82 km/h. El Emperador, caballeroso, le mandó un telegrama al presidente de Francia felicitándolo por el triunfo. Así fue la quinta edición del Gordon Bennett, que terminó con el Trofeo en París otra vez.
En 1905, franceses y alemanes, así como belgas, españoles, ingleses, suizos e italianos no estaban de acuerdo con las reglas del Gordon Bennett. Solo tres autos por país era muy poco (especialmente para la industria que florecía) y todos querían participar y ganar un Trofeo que era el más importante del mundo automovilístico internacional. El conde De Dion se opuso y así fue la última carrera Gordon Bennett.
La sexta y última edición del Gordon Bennett se celebró el 5 de julio de 1905, fue la más concurrida y la de mayor participación internacional. La ciudad francesa de Clermont-Ferrand se llenó de automóviles de la época: más de 5 000, lo cual fue récord, y de gente: más de 100 000 personas de todo el mundo. A las 6 am se dio la salida. Salió delante León Thery con su Richard-Brasier, pero pronto otro auto demostró ser mejor: el FIAT de Vincenzo Lancia. El circuito de Auvernia tronaba de gritos y aplausos, pero Lancia se rompió y ganó Thery para dejar, finalmente, el Trofeo Gordon Bennett en París.