Con un motor de serie Cummings QSB5.9-C, el vehículo ofrece fiabilidad, poder y economía en su funcionamiento. Asimismo, la transmisión es totalmente automática, lo que permite un manejo adecuado de la carga, así como un levantamiento de la misma más suave. Además, el 100d7 permite trabajar de noche sin problemas, pues sus lámparas de alumbrado pueden ser ajustadas de maneras diversas en correspondencia con la labor que pretenda desarrollarse. La adopción del sistema húmedo de frenado (Wet disc type break), posibilita que el esfuerzo al detenerse mejore en un 45 por ciento, y por añadidura este tipo de discos tiene una vida útil cinco veces más larga que los corrientes. Los fabricantes tomaron en cuenta también la importancia de permitir al mástil de elevación un mayor ángulo de giro, y por eso ahora puede inclinarse 15 grados hacia delante y 12 hacia atrás. Esta mejora logra que los objetos sean levantados más fácilmente y con mayor premura, con una capacidad de carga de 10 toneladas. En tanto, la cabina del operador es más espaciosa y con un diseño ergonómico en función de lograr un mayor rendimiento del conductor. Los controles requieren igualmente de menos esfuerzo por parte de quien los dirija, sin que esto dañe la carga ni la ponga en peligro. Todos los botones de operaciones están dispuestos justo al alcance de la mano del operador y de manera bien sencilla para su fácil uso. Los espejos retrovisores ayudan en esta tarea, pues de serie vienen bien grandes en aras de facilitar el trabajo. Y si de climas adversos se trata, el sistema de aire acondicionado y calefacción dará la temperatura ideal a su ocupante. Por último, el acero con que están construidos todos los componentes del vehículo garantiza la seguridad de cada una de sus partes ante cualquier colisión, pero al mismo tiempo lo hace muy liviano y duradero. Sí, tienen razón los coreanos, definitivamente están construyendo un futuro mejor.