En la prueba reina del motociclismo son los pilotos los que piden a gritos la monogoma, no por los errores de Michelin, sino porque la victoria de Stoner en 2007 fue insultante y para rematar la estrella del motociclismo, Valentino Rossi, abandonó las cubiertas francesas para luchar “Parejo” con Stoner. ¿Acaso Rossi hubiera ganado en 2007 con calzado japonés? Claro que no. Los problemas de Valentino fueron múltiples y Yamaha estuvo fatal. La competencia de neumáticos en 2008 comenzó muy pareja, tal vez con una ligera ventaja de Michelin. Antes de el GP de Alemania, décima prueba de dieciocho pactadas, este fue el balance: Michelin 14 podios (3 primeros, 5 segundos y 6 terceros) y Bridgestone 13 podios (6 primeros, 4 segundos y 3 terceros). Todos los podios de Bridgestone fueron con sus dos pilotos estrellas (Valentino y Stoner), mientras que Michelin los negoció con tres (Pedrosa, Lorenzo y Colin Edwards), tres montadores que aunque buenos están por debajo de los jinetes punta de lanza de las cubiertas japonesas. Entonces en Sachsenring vino el desastre. Michelin no acertó con un buen compuesto para Alemania, ellos esperaban un día de sol y llovió, y los resultados no pudieron ser peores. Sus tres pilotos que habían subido al podio fueron cayendo uno tras otro y laceró su confianza para la carrera en Laguna Seca. El cajón de premiaciones en Alemania lo redondeó Bridgestone, así pasó en Laguna Seca y la República Checa (con la peor actuación de Pedrosa en toda su historia, rifándose los últimos puestos de la carrera). El catalán estaba mal y atacó con furia a los del Bibendum. Los franceses hicieron la tarea en San Marino, pero Dani con una mala elección no pudo mantener el ritmo de los punteros. Fue rebasado por Lorenzo (Michelin) y finalmente por Toni Elías (Bridgestone). Esto fue demasiado para la carta de triunfo de muchos españoles, quien se plantó para que los de Honda le negociaran las cubiertas japonesas. De esa manera el pit de Honda Repsol se dividió al igual que el de Fiat Yamaha y Michelin se quedó sin su piloto principal, aún cuando Dani solo es una sombra para los luchadores por el título (Valentino y Stoner). De cualquier manera, Pedrosa se fue a Bridgestone con un reto muy grande (superar las dos victorias que consiguió hasta la mitad del curso con Michelin), siendo el tercer piloto más ganador de la temporada. En las primeras pruebas de Misano, no le bastaron lo nuevos neumáticos para mejorar el rendimiento de carrera, tuvo que apelar al motor de válvulas neumáticas. A Michelin solo le queda Jorge Lorenzo para luchar por la victoria, quien junto a Nicky Hayden son los únicos pilotos con motos oficiales calzando las cubiertas francesas. Es triste para una marca de sobrado prestigio y que ha llevado a la cima a múltiples campeones. Todos los títulos de Valentino en MotoGP, que no son pocos (5), fueron con Michelin. Ahora Rossi tiene su sexto título en el bolsillo, primero con Bridgestone, y me alegra por él. Pero su decisión, aunque más elegante que la de Pedrosa, no se la aplaudo. Muchos piensan que tuvo razón, y no lo dudo. Pero Vale pudo darle otra oportunidad a los del Bibendum, como se la dio a Yamaha. La lealtad es una virtud que está en peligro de extinción, como lo están las cubiertas Michelin en la MotoGP. La prueba reina del motociclismo va camino a la monogoma, una medida que aparentemente “empareja a los pilotos”, pero también mata el desarrollo del neumático y falta ver si los de Bridgestone asumen tamaña tarea. De cualquier manera desde ahora mismo la pelea es desigual, porque los más grandes, con excepción de Lorenzo, ya calzan Bridgestone y no dudo que el mallorquín a puertas cerradas también pida las cubiertas japonesas. Y será natural, porque los pilotos de referencia ya las tienen.