Anacaona, una sonoridad en el tiempo
Fundada en 1932, hoy la agrupación tiene una nueva sonoridad, con fusión de ritmos cubanos, caribeños y latinoamericanos, pero mantiene su sello particular que la ha convertido por más de 75 años en la más popular de las orquestas femeninas cubanas
Omara Portuondo, la diva del Buena Vista Social Club, será la invitada especial en el nuevo fonograma que prepara la orquesta femenina cubana Anacaona, la misma que le sirvió de impulso a su brillante carrera como solista.
Esa agrupación musical, conformada en la actualidad por 12 instrumentistas profesionales, acaba de celebrar -el 19 de febrero último- sus 75 años de existencia, tiempo en el que se ha dedicado a cultivar el Son como expresión genuina del baile popular en la Isla.
En diálogo con Excelencias, su directora, Georgia Aguirre, reveló que el cuarto fonograma de las también reconocidas Mulatísimas del Sabor constituirá una sorpresa para quienes han seguido de cerca su trayectoria. La fusión de ritmos cubanos, caribeños y latinoamericanos distinguirá el nuevo CD del sello Bis Music.
«Son 12 temas -aseguró Aguirre- con autores de prestigio como Lourdes Torres, quien entregó a nuestro proyecto dos de sus más recientes creaciones: Cállate, una canción convertida en salsa, y Entre el amor y el odio, obra al estilo de la trova tradicional que defenderá Omara, símbolo del devenir de Anacaona por estar entre sus vocalistas en la década de 1950».
En el disco se juntan, además, las firmas de Cándido Fabré con su inconfundible gracejo en Se acabó el abuso; Manolito Simonet con La cintura; Pedro Romero y un cántico a la vida Por eso vámonos; así como Osmany Espinosa con dos piezas escritas para la ocasión: No me llores y Vámonos a vivir la vida.
«Hay que vernos como algo distinto. La sonoridad cambió, sí, pero sin distanciarnos de la concepción inicial; encontramos el tres, la trompeta, el trombón, y al cabo de siete décadas y media hemos logrado un viejo sueño: desdoblarnos en varios formatos (septeto, trío, cuarteto) para tratar de acercarnos sobre todo a la juventud, aunque nuestro público es heterogéneo», destacó Georgia Aguirre.
Pionera del boom de orquestas femeninas, que florecieron en Cuba en la década de 1990, Anacaona ha mantenido una línea que se aparta de la etiqueta «comercial».
«No vendimos a la mujer como un objeto sexual y, sin descuidar la imagen, siempre apostamos por el profesionalismo. Aunque aquel boom declinó notablemente, nos nutrimos de él; varias de las muchachas de esos conjuntos que desaparecieron pasaron a nuestra nómina y aportaron aires renovadores a la agrupación».
Fundada en 1932 por Concepción Castro y sus hermanas, Anacaona quedó inscrita en la historia de la música popular cubana como el primer septeto femenino sonero, convertido más tarde en jazz band y en charanga típica.
Desde los Aires Libres del Prado, en La Habana, se proyectó al mundo y recorrió la América de norte a sur, el Caribe y Francia. Tras la jubilación de sus fundadoras, en diciembre de 1987, ha continuado su ascenso con diversos reconocimientos -nacionales e internacionales- que la ubican entre las más apreciadas en todas las latitudes de la geografía universal.