Después de tantos contratiempos, entre los cuales pudo incluirse la mala suerte, la famosa marca japonesa demostró su incuestionable valía en el clásico de resistencia más emblemático del automovilismo. ¡Y de qué manera! Con doblete: 1ro y 2do lugares. Triunfo de dedicación y labor.

Cuando Kazuki Nakajima cruzó la meta con el Toyota TS050 Hybrid # 8 para completar la vuelta 388, la marca japonesa no solo ganó las 24 Horas de Le Mans sino que terminó con la cadena de infortunios que la persiguió desde que, en 2016, tras liderar esta misma carrera de resistencia, se averió aquel Toyota y quedó, ante la mirada atónita de miles de espectadores, roto en la última vuelta de la competencia. 

Y para completar, otro Toyota TS050 Hybrid, el # 7, entró detrás con dos vueltas menos (386), para colocarse en segundo lugar y así, conseguir un magnífico doblete. Los tres pilotos del equipo ganador fueron: el español Fernando Alonso, el suizo Sébastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima.

El # 7 lo pilotaban el británico Mike Conway, el nipón Kamui Kobayashi y el argentino José María “Pechito” López. 

No obstante, su indiscutible triunfo en esta 86 edición de las 24 Horas de Le Mans no quedó exentó de susto. Mientras el Toyota TS050 # 7 rodaba en la vuelta 359, conducido por el japonés Kobayashi, el auto perdió potencia y se reprodujeron aquellos incierto momentos de pánico ocurridos en 2016. Boquiabiertos, los miembros de la escudería Toyota Gazoo Racing y miles de espectadores no podían creerlo.

Pero nada, solo fue el susto. El equipo de Toyota # 7 había calculado mal el combustible y Kobayashi se vio obligado a dar una vuelta más de las que le planificaron, aunque a un ritmo mucho más lento, lo cual preocupó a todos. Algo similar ya había sucedido en el curso de la tercera y última jornada de entrenamientos, lo cual no tuvo consecuencias, pues el TS050 logró alzarse con la “pole” de su categoría (LPM1) en el bolsillo.

En esa categoría, la más potente, participaron 10 prototipos. A los Toyota le siguieron los dos Rebellion, suizos, que finalizaron 3ro (# 3), a once vueltas del puntero, y 4to (# 1) a doce vueltas. También resistió la prueba el equipo CEFC-TRSM Racing, que compitió con Ginetta G60-LT-P1 y llegó en 5to.                            

Otros triunfadores fueron: en la categoría LMP2, ganó el Oreca 07-Gibson # 26; en la LMGTE Pro, el triunfo fue para Porsche 911 RSR, que hicieron el doblete (1ro y 2do), delante de los Ford GT y el Chevrolet Corvette C7R y la categoría LMGTE AM, fue ganada también por Porsche 911 RSR. 

TOYOTA FINALLY WINS

After so many setbacks, a list that might include bad luck, the famous Japanese brand showed its unquestionable worth in the most emblematic and classic endurance racing event. In fact, it went way high: first and second positions. A triumph of dedication and work.

When Kazuki Nakajima crossed the finish line with the Toyota TS050 Hybrid # 8 to complete the 388th lap, the Japanese brand not only won the 24 Hours of Le Mans, but it also put an end to the misfortune that had covered it since 2016, when the brand was leading that endurance race and its Toyota broke down in the final lap, in front of thousands of spectators. The three pilots of the winning team were Spanish Fernando Alonso, Swiss Sebastien Buemi and Japanese Kazuki Nakajima.