Romance de Dos, con vinos y habanos
las parejas están llenas de recuerdos. las sensaciones de placer que nos proporcionan los vinos y habanos describen también momentos íntimos, secretos que ambos han disfrutado. todo se funde, se mezcla, se entrelaza. la individualidad se pierde
Todo momento tenía un significado. La cena del 14 de febrero era, más que un símbolo, un espacio de descubrimiento de lo que uno significaba para el otro. La armonía de sus vidas se transfería también a la de la comida, preparada por y para los dos. Al catar el primer vino, él la imaginó tal cual: aroma de flores blancas, fruta fresca, hierbas de tocador y de monte, expresiva. En boca elegante, llena, densa, fresca y cremosa, con un retronasal afrutado. Así la sentía en el preámbulo de la entrega. Ella, con el segundo vino, lo figuró también. Era el aroma potente, con carácter, tostado, roble cremoso, cacao fino, terroso, fondo de fruta confitada. En boca potente y cálido, carnoso, concentrado, frutal y espirituoso, muy persistente, soberbio. Así lo veía en el acto mismo del amor. Para el postre ambos se reflejaron en el vino: caramelo tostado, brea, fruta escarchada en licor, almendra tostada, notas amieladas. En boca, aromas bien integrados, dulce-amargo equilibrado, largo, muy persistente. Era el clímax de la pasión. La sobremesa invitó al reposo. Los dos compartieron su orgullosa cubanía a través del estilo herbáceo y cremoso de un Habano, con sabores intensos y marcados a vainilla, café o cacao torrefacto y tabaco. En paladar el equilibrio sabio del placer, que no los abandonará hasta mucho después del éxtasis del amor. Las velas ya consumidas, más por la pasión que por el tiempo de tenue luz, fueron testigos de la mesa repetida en miles de ocasiones por ellos mismos y por otros. Fue el elemento intruso, que no permitió que etiquetas ni anillas se identificaran por completo. Albariño, tempranillo, px y habanos que perdieron nombres para convertirse en pasiones y razones de dos almas cargadas de amor.
---------------------------- Romance for Two with Wines and Habanos
A couple could explode in ecstasy if they were given the pleasure of striking a perfect, well-balanced match between these two delicate and passion-triggering items. Each sip will be like a provocation and climax will come to pass during the after-meal talk when the romance is shrouded by a habano’s creamy and silky style. Two lives caught in a single heartbeat can also find harmony in a dinner prepared for and by the two of them.
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MENÚ DE DOS ENAMORADOS • Almejas en su jugo con Vino Blanco Albariño • Lechazo de Castilla y León guisado con Vino Tinto Tempranillo Gran Reserva • Crema de chocolate con mandarinas, fresas y coco con Vino Dulce Pedro Ximenez • Ron santiaguero reserva con un Habano de Intensidad Media a Fuerte