The Balvenie. Un puro whiskey de malta
Encontrar el whisky perfecto para cada persona es una experiencia sensorial única, máxime si uno se enfrenta a productos nacidos de una tradición antiquísima que todavía hoy se respeta, aseguró a Excelencias Gourmet, David Mair, Embajador de Marca de Balvenie
David Mair tiene cincuenta años y la mayor parte de su vida la ha pasado en el mundo del whiskey. Desde el día en que nació, “prácticamente me criaron en alcohol, porque en el valle donde crecí , que es muy pequeño,hay actualmente seis destilerías trabajando. Imagínese el olor a alcohol. Quien esté allí, tiene que respirarlo. No es una opción”. Desde su puerta veía la destilería de una marca en particular, donde se hace el whisky Balvenie, del cual es actualmente el embajador mundial de marca o Global Brand Ambassador, y del que reconoce como unas de las cosas que más le gustan y apasionan el hecho de que las personas utilizan aquí métodos manuales antiguos, que tristemente se han perdido en casi todas las otras destilerías. “Nuestra compañía William Grant & Sons Ltd es un negocio familiar y privado. William Grant y su familia literalmente construyeron la destilería Grant entre 1886 y 1887 y seis años después decidieron, debido al éxito obtenido por la primera, que les gustaría tener una segunda destilería. Así que, con la ayuda de otros amigos, construyeron la destilería Balvenie en 1892 y comenzaron a producir alcohol en la primavera del siguiente año, 1893. “La destilería Balvenie fue la primera destilería en abrir sus puertas al público en 1969, aunque no fue hasta hace cinco años que creamos un sistema de visitas dirigidas. Se trata de recorridos muy exclusivos, con un pequeño centro para visitantes que recibe ocho personas como máximo. Es mucho más tranquilo y fácil guiar a las personas durante el tour porque son grupos pequeños. Es un tour largo; toma más de tres horas completarlo”. ¿Cómo se comporta actualmente el negocio del whiskey a nivel mundial? “El negocio del whiskey escosés parece haber superado muy bien los tiempos difíciles. Somos muy optimistas respecto al futuro de nuestros whiskies mezclados y confiamos en los whiskies de malta. “En nuestro caso, Balvenie es una marca relativamente pequeña, no como otros whiskies de malta con fama internacional. Realmente no hacemos tanta publicidad y a muchas personas les gusta descubrirlo. Eso es algo que se disfruta, encontrar algo que te gusta y compartirlo con tus amigos. “Respecto a dónde vendemos más, Estados Unidos es un mercado considerable, también está Asia, por ejemplo Taiwán. Francia y España están ganando importancia porque están más disponibles y eso nos entusiasma. “Pienso que cuando las personas descubran Balvenie disfrutarán su dulzura, su miel, porque no es un whisky con sabor ahumado, es una bebida muy suave y deliciosa. “Así lo evidencia el hecho de que siendo una marca pequeña en montos de producción, hemos obtenido en más de una ocasión premios importantes en el International Spirit Challenger y la International Wine and Spirit Competitions». Como experto, ¿cuál es su recomendación para conseguir un whisky realmente bueno? “Existen maravillosos whiskies mezclados y hay, por supuesto, extraordinarios whiskies de malta. Pero ambos son diferentes: el whisky de malta solo se hace con cebada, mientras que el mezclado es una mezcla de múltiples whiskies provenientes de diferentes destilerías, mezclados con el llamado whisky verde que usualmente en Escocia se hace con trigo, si bien también se puede hacer con maíz. “Con los whiskies mezclados no hay un sabor específico, es un sabor general de whisky de malta escocés. Con los whiskies de malta usted nota mejor las diferencias entre un whisky de malta y otro. Algunos son un poco menos ahumados, otros medio ahumados, los hay ahumados ciento por ciento; y otros, como el Balvenie, no son nada ahumados. Todo tiene que ver con la forma de preparar la cebada y el proceso de secado tras la preparación de la cebada. “En Balvenie, tenemos nuestro propio piso tradicional de malta donde se prepara la cebada, ese es el tipo de cosas que no se ve en el 99 por ciento de las destilerías. También tenemos nuestra propia forma de reparar los barriles y contamos con un maestro de malta, David Steward, que ha estado con la compañía durante cincuenta años; es el maestro de malta con más tiempo de servicio en el negocio. “Además, respetamos mucho el tiempo de añejamiento Este proceso necesita su tiempo y el whisky precisa pasar años en barriles de buena calidad. La elaboración del whisky implica un gran gasto vinculado al añejamiento porque le esperan al menos doce años en la bodega. Así que, buenas condiciones de añejamiento, barriles de calidad y un buen proceso de elaboración; de eso se trata el Balvenie”. ¿Cuál es el principal producto de su compañía? ¿El whiskey de 21 años? “No. Tenemos un whiskey de 40 años y hubo uno que fue embotellado hace 50 años”. ¿Qué prefiere usted como bebedor? “Hay muchas formas de disfrutar el whiskey de malta y esa es una forma de encontrar lo que más te gusta. Sentimos que, para mantener el carácter de Balvenie, es crucial que las personas disfruten el producto y lo consideren como suyo”.