La invitación se multiplica por día tras la apertura de la carretera panorámica bautizada como Boulevard Turístico del Atlántico (BTA), obra vial de trazo expedito y gran interés paisajístico, que lleva en hora y media a lo largo de 124 kilómetros desde la Avenida de Las Américas, en Santo Domingo, a esta península del nordeste dominicano.

Por lo exótico de sus playas y los impresionantes escenarios a lo largo del recorrido a la vista del océano Atlántico y la Bahía Es­co­ce­sa, la carretera se convierte en nuevo atrac­tivo turístico de República Dominicana y, sobre todo, en extraordinaria facilidad que dará acceso a la zona, donde se proyecta construir más de 10 000 habitaciones hoteleras, con un potencial de 600 000 turistas al año. El presidente dominicano, Leonel Fer­nán­dez, dijo sobre la vía al inaugurarla: «hará posible que se cumpla el sueño de que Samaná se convierta en el Montecarlo del Caribe». Además de favorecer la atracción de nuevas inversiones para el turismo en la zona e independientemente de ser decisiva para su desarrollo futuro como principal destino del nordeste de República Dominicana, para lugareños, operadores turísticos y sus clientes, la nueva carretera ha tenido como efecto inmediato la posibilidad de desplazarse cómodamente desde Santo Domingo hacia Samaná y Las Galeras, algo que suponía un verdadero calvario hace muy poco tiempo atrás, por los hoyos y el mal estado de los caminos. La vía pasa por Nagua, Cruce, Rincón de Molinillos, Sánchez, Samaná, El Limón y Las Terrenas e incluye un ramal de conexión con el Aeropuerto Internacional de El Catey. Por su variedad y riqueza, Samaná es una de las zonas más atractivas de República Dominicana, aunque todavía con mucho que descubrir y, porcentualmente hablando, explotada en un mínimo de sus posibilidades. El Boulevard Turístico del Atlántico, hará escalar a planos estelares destinos como Las Galeras, Playa Rincón, Playa Frontón y Las Terrenas, que se abrazan en una línea de litoral como cuentas de un collar de ensueño a través de una treintena de kilómetros de litoral casi virgen de aguas turquesas y esmeraldas, con cocoteros y árboles de sombra hincados en la blanca arena para darle un toque de virginidad embriagante. El clima tropical que permite viajar a Samaná todo el año, el sistema de montañas que sigue en la península un eje este- -oeste, con una especial y bien conservada naturaleza; escenarios naturales como el Gran Estero, en la parte occidental; playas todavía vírgenes que están por descubrirse, la hermosa Bahía Escocesa, el Salto del Limón, uno de los parajes más extraordinarios del país, y mucho más, conforman un conjunto de grandes atractivos que harán convertirse a este lugar en uno de los destinos más importantes del Caribe. Hoy se le considera, por cierto, entre los sitios más reconocidos del planeta para vivir la inolvidable experiencia del avistamiento de las ballenas jorobadas que entre enero y marzo, en un ritual milenario, bajan desde el Atlántico norte para aparearse y reproducirse en las tranquilas y cálidas aguas de esta bahía dominicana, lo que ofrece uno de los espectáculos naturales más esperados por los amantes del turismo ecológico en el Caribe. Este es el Samaná que el Boulevard Tu­rís­ti­co del Atlántico persigue descubrir con su reciente apertura, de la manera más confortable, en el menor tiempo posible, como un acceso de lujo entre maravillosos paisajes a una de las zonas más atractivas y con más futuro turístico en el país.

Beneficios del BTA Provee a la Península de Samaná de infraestructura vial adecuada para el desarrollo. El nuevo aeropuerto Internacional El Catey tendrá una ruta de intercomunicación con todos los destinos finales en la Península en óptimas condiciones. Reducción del tiempo de viaje entre Santo Domingo y Las Terrenas a no más de hora y media. Favorece los desarrollos de las áreas de influencia. Complementa la concesión vial de Santo Domingo-Cruce Rincón de Molinillos, Autopista del Nordeste (Santo Domingo-Samaná), permitiendo a los usuarios llegar a su destino final en una carretera en excelentes condiciones, con monitoreo, seguridad y otros servicios de valor agregado. Facilita el transporte de bienes y servicios, con particular incidencia en la calidad de vida de las comunidades de la zona.

Esta carretera se convierte en nuevo atractivo turístico de República Dominicana y, sobre todo, en extraordinaria facilidad que dará acceso a la zona, donde se proyecta construir más de 10 000 habitaciones hoteleras, con un potencial de 600 000 turistas al año