Los Secretos de Afrodita
Dicen las antiguas leyendas griegas, que Cronos mató y castró a su padre, el dios Urano, arrojando sus genitales al mar de Cythera, y que de esa espuma surgió desnuda Afrodita, la diosa griega del Amor, responsable según Homero de poner el deseo en las fieras, los hombres y las deidades, hasta hacer extraviar la razón de Zeus. Experta en las artes amatorias para propiciar el deseo sexual, desde la antigüedad se conocen, en honor a esta deidad, como sustancias «afrodisíacas» a todas aquellas que contribuyan a estimular la líbido humana, sean alimentos, bebidas, hierbas o drogas. Listarlas sería casi interminable, pues van desde el chocolate común, tan apreciado por estos dones que los aztecas lo consideraban solo digno de sus emperadores y la Iglesia llegó a prohibirlo en la Edad Media, hasta el difundido café, gracias al cual se asegura que Mahoma pudo enseñar los secretos del amor a cuarenta mujeres en una sola noche, una por una. Y es que los afrodisíacos son tan antiguos que ya aparecen mencionados en papiros egipcios de los años 2200 y 1700 a.d.C, o en Génesis, dentro del Antiguo Testamento, así como en el Kamasutra -el libro del amor de la India-, en textos de la Antigua Grecia, Roma o en las recetas de los árabes. Algunos de estos alimentos la tradición los ha escogido incluso por su parecido al órgano sexual masculino o femenino, como sucedía para los sajones con los espárragos o la zanahoria; otros, como la miel y la leche para los hindú, por dar ese poco de hiperglucemia y grasas necesarias para no perder las fuerzas; e incluso no faltan quienes le achacan propiedades a su olor, como los árabes, quienes preferían para multiplicar el placer sexual los perfumes, fragancias y cosméticos hechos con especies como la canela o la albahaca. En Francia, por ejemplo, desde la Edad Media era muy apreciada la cebolla, al punto que una sopa de este vegetal era el alimento ideal para los recién casados; mientras que otras culturas la utilizaban, mezclada con miel, para mantener la erección. Mientras, en México, al ya conocido chile o al aguacate, también nombrado palta, se le agregan preparados más excitantes como el que se hace con la flor del cactus, que abre solo en las noches, y generan una sustancia parecida a la vainilla pero más fuerte, utilizada para prevenir el cansancio sexual. Los romanos, por su parte, también tenían sus múltiples secretos, aunque quizás ninguno tan conocido como el higo, rico en vitaminas A y E que ayudan a desarrollar las hormonas sexuales, el cual regalaban como símbolo de prosperidad, al igual que hacen hoy los chinos a los novios para desearles una pronta descendencia. Hasta los japoneses tienen sus propios secretos, como la anguila (unagi), para ellos el manjar por excelencia para la libido, al punto de que en Tokio existen más de tres mil restaurantes especializados en ese plato, o adobos peculiares como el Shio Uke, que se prepara con rábanos, calabazas y pepinos, o el Umeboshi Zuke, elaborado a partir de ciruelas. Todas las culturas coinciden en destacar, eso sí, que más allá de la sustancia o alimento afrodisíaco que se prefiera, es su adecuada combinación, y no los excesos, lo que garantiza un «efecto milagroso», que unido a un adecuado ambiente, alguna bebida sin mucho alcohol y una música suave, pueden desatar una noche de ensueños. Para nada hacen falta sustitutos químicos modernos o sucedáneos en tabletas, ungüentos o jarabes, si echamos mano al saber milenario acumulado sobre muchos afrodisíacos, que en ocasiones están ante nuestras propias narices y solo hace falta conocerlos y combinarlos, agregándoles, a no dudar, el ingrediente fundamental: al menos una pizca de amor. Azúcar, preferiblemente morena: Es bueno tomar siempre un postre dulce, pues la falta de azúcar provoca una mayor producción de adrenalina, hormona que bloquea cualquier respuesta favorable al sexo. Miel y especialmente Jalea Real: Gran estimulante general con efectos visibles en la circulación sanguínea. La jalea real es utilizada para medicinas contra la impotencia. Canela: Posee cualidades astringentes y antisépticas. Se considera como un estimulador sexual, por la suavidad y aromas que desprende. Puede combinarse con postres, recetas diversas, como un té o añadir a algún licor suave. Cebolla y Ajo: Condimentos utilizados ampliamente por los árabes en sus comidas y de alto poder energizante, pues contiene vitaminas B y C, reduce la tensión arterial y el nivel de grasa en la sangre facilitando su irrigación.
Pimienta: Aumenta la presión sanguínea en el útero y ayuda a la dilatación de la vagina. Cilantro y Perejil: De alto contenido en vitaminas y minerales, al igual que el berro poseen hierro, fósforo y yodo. En las comidas, especialmente el berro, dan un sabor un tanto picante. Menta: Estimulante de la libido, sobre todo para las mujeres, ya que tranquiliza y alivia dolores premenstruales. Combinada con el Romero es un buen tónico preparatorio para después de cenar. Plátano: Su alto contenido de potasio ayuda mucho para una buena salud y una buena energía sexual. Se puede preparar en muchas comidas, aunque se sugiere comerlo natural. Chocolate: El cacao, además de las energías que aporta, contiene Feniletuilamina que actúa en el cerebro dando placer sexual. Semillas de calabaza: Ricas en vitaminas A, E y F, que ayudan a prevenir la fatiga sexual. Mariscos: Por su alto contenido en minerales favorecen el mejor rendimiento sexual. Aguacate: Se le reconoce como estimulante sexual por su alto contenido en vitaminas D y E. Albaricoque: De alto contenido vitamínico, su carne jugosa y dulce propicia la sensualidad. Almendra: Tiene mucha vitamina E lo que energiza y actúa directamente en los órganos reproductores. Albahaca: Muy utilizada en la gastronomía por su aroma y sabor generalmente dulce en sus hojas más nuevas, y más picante en las viejas. Anís: Se dice que se utiliza desde la época del Rey Salomón. En la India se preparaban con él esencias para alargar el pene. Jengibre: Ayuda a estimular los órganos genitales y prevenir el agotamiento sexual. Generalmente se utiliza como aliños para muchas recetas. Queso: Muy rico en calcio, ayuda a balancear cualquier dieta. Vino: Como toda bebida alcohólica se recomienda beber con moderación. Es un gran desinhibidor, anticoagulante y antioxidante. Manzana: Muy rica en vitaminas, es uno de los frutos afrodisíacos por excelencia. Mango: Posee un alto contenido de yodo y otros minerales, se consume natural, pero también puede prepararse como parte de ensaladas, postres o en recetas.
CAMARONES AL AJILLO
Ingredientes: 500 gramos camarones 4 dientes de ajo 2 cucharadas de jugo de limón 2 cucharadas de Jerez seco ½ cucharadita de pimiento dulce 1 cucharadita de pimiento picante 6 cucharadas de aceite de oliva
Perejil, sal y pimienta negra Preparación: Calentar el aceite en una sartén y saltear el ajo y los camarones a fuego fuerte hasta que se cocinen. Agregar el jugo de limón, jerez, pimiento dulce, pimiento picante, sal y pimienta negra. Antes de servir echar el perejil picado.
ABRAZO CREPUSCULAR
Ingredientes: 2 tazas de vino tinto 1 cucharada de miel 1 vaso de ron
Preparación: Poner a calentar el vino tinto con la miel a fuego muy suave y retirar cuando empiece a hervir. Añadir el ron, remover y servir caliente.