- UNITED BUDDY BEARS. El mundo patas arriba.
Fascinación, empatía, júbilo. La plaza de San Francisco en el Centro Histórico de la Habana, Cuba, fue por varios meses sede de una fiesta de matices colosales.
Con la llegada a la Isla de los United Buddy Bears, la secular explanada se convirtió en un lugar de obligada visita tanto para foráneos como nativos: 124 osos gigantes hechos de material sintético reforzado con fibras de vidrio, se alzaron dando vida a una magnífica explosión de colorido.
Los Buddy Bears nacieron en Alemania y ya han sorprendido a medio mundo. Al respecto Michael Stefanescu, Coordinador de la exposición internacional explica: “Las primeras esculturas fueron creadas hace alrededor de doce años en Berlín, y en un inicio su propósito era meramente cultural. Se trataba de inspiración y diversión. Sin embargo, cuando el primer proyecto terminó la idea había cautivado a muchas embajadas que deseaban recibirla en sus países. A partir de aquí el objetivo fue hacer algo con un verdadero mensaje y surgió el concepto de los United Buddy Bears”.
“Decidimos hacer una demostración basados en la idea de un futuro mundial de paz, ya que cada oso se ubica pacíficamente mano con mano, o garra con garra, dando esta visión. Cada pieza encarna una nación reconocida por la ONU y, a su vez, ha sido creada por un artista autóctono de su respectivo país aunque no radique en él. No ponemos restricciones al recrear los osos, o mejor dicho, solo una: no debe haber ningún mensaje político en las esculturas a no ser la tolerancia y el entendimiento mutuo, que son nuestros conceptos. Tampoco deben usarse para fines comerciales”, puntualiza.
Casi 30 países, entre ellos Hong Kong, Turquía, Corea del Sur, Israel, Polonia, Corea del Norte, Rusia, Francia, Brasil, y muchos otros han ubicado estas obras de 2 m de altura y alrededor 50 Kg en los cinco continentes. Llegados desde su sede oficial en Alemania (la exposición previa fue en Copacabana, Brasil el pasado año) y antes de partir hacia Santiago de Chile, desde el 16 de enero hibernaron en Cuba. Sobre las razones que acercaron esta iniciativa a la Isla abunda el coordinador:
“Siempre tuvimos en mente que esta expo más tarde o más temprano debería estar en La Habana. Incluso ya se incluía desde hacía tiempo una representación de la Isla, creada por Nancy Torres, artista cubana que vive en Alemania. Entonces establecimos contacto con el actual embajador en la ciudad, quien había estado antes en Helsinki, organizando la muestra en Finlandia cuando trabajó allí y quería repetir la experiencia. Comenzamos las gestiones conectándonos con el señor Eusebio Leal, la Oficina del Historiador y patrocinadores esenciales como la empresa alemana Hellmann Worldwide Logistics.
“Al respecto, es importante aclarar que, debido a que se trata de un proyecto sin fines de lucro, necesitamos siempre patrocinadores, interactuar con empresas capaces, confiables, que sepan cómo hacerlo. En este caso fuimos muy afortunados de contar con Hellmann para llevar adelante este objetivo y estar allí. Es una compañía de muchísima experiencia en embarques, movimiento de contenedores y logística vinculada a Cuba. Por ello desde muy temprano supimos que habíamos encontrado el socio correcto. Pero va más allá, pues actuaron también como sponsors al realizar todas estas gestiones libre de costos, usando su vasto conocimiento y tecnología cuando otras compañías dudaron de poder traer una carga tan grande y pesada como esta. Gracias a esta empresa la exposición fue realidad y un éxito”.
Por su parte, el Excelentísimo Señor Peter Sholz, embajador de Alemania en la Mayor de las Antillas, quien ya había gestionado una exposición de esta magnitud y características, fue uno de los principales promotores.
“Pensé que sería una buena idea traerlos en la ocasión del festejo por el cuarenta aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Alemania, que estuvieron interrumpidas entre 1963 y 1975”, subraya.
El abejeo en la plaza no cesó. Los United Buddy Bears se consolidaron como un fenómeno social de constante fascinación. Al respecto subraya Michael Stefanescu: “la Plaza de San Francisco fue la ubicación ideal. Las personas estaban asombradas, encantadas. La forma en que esta expo se hizo, con tantos matices, diseños y recreaciones diferentes, es muy esperanzadora, fácil de entender pero también llena de simbolismos”.
Mientras, el embajador alemán, Peter Sholz señala: “Para nosotros significó una forma muy adecuada de empezar este año de celebración. La filosofía de los osos es un conjunto alegre y optimista que promueve ideas de paz y entendimiento de los pueblos, principios que son bienvenidos siempre. Por eso estas esculturas son tan queridas y bien recibidas. Representan naciones que se juntan por un bien común y esa es una suficiente razón para haberlos traido y disfrutado”.
Cuba es la tercera parada de los United Buddy Bears en el continente Americano luego de Argentina y Brasil, y la exhibición número 28 en el mundo.
Cada oso mide 2 m de alto y pesa alrededor 50 kg. Y cada escultura es de fibra de vidrio y su base de concreto, con una placa donde se incluye el país representado, el artista y los patrocinadores.
Se tomó la figura del oso inicialmente como homenaje a la capital alemana, pues este es símbolo y mascota de la ciudad de Berlín. Esta figura, a la par de simpática, ofrece suficiente espacio (sobre todo en la barriga) para las recreaciones de los artistas.