Francia Mon amour
Veyré brindó sus primeras funciónes durante 13 días, en un pequeño local alquilado donde colocó decenas de sillas. Sus primeros espectadores fueron las autoridades españolas, la aristocracia criolla y periodistas. Se abría un capítulo vital en las relaciones culturales entre Cuba y Francia.
En la improvisada sala de cine se exhibieron las películas de los Lumiere, que brindaron un toque de aire moderno a la marinera capital.
Poco después de su arribo, Veyre filmó un minuto de la primera película que se realizó en Cuba titulada “Simulacro de incendio”, con lo cual iniciaba la historia del cine en el país.
En la actualidad, los cubanos reciben como soplos mágicos las novedades culturales de una Francia que se hizo cercana desde 1791, cuando se asentaron los Barones del café procedentes de Haití en la oriental Sierra Maestra.
Semana Internacional de la Francofonía
Un momento singular del entramado cultural entre las dos naciones lo constituye la Semana Internacional de la Francofonía, cuyas principales sedes radican en La Habana y Santiago de Cuba.
La fiesta cultural de los países de lengua francófana (entre ellos Suiza, Bélgica y Canadá), este año incluyó la presentación de la cantante Orly Salomón, quien dedicó un concierto a Édith Piaf.
El histórico Teatro Martí, de la capital, reinaugurado luego de una total restauración, celebró la Semana del teatro francófono con la presencia de Philippe Adrien, director del Théâtre de la Tempête, de París, Jennifer Capraru, directora canadiense, la escritora Lise Martin, y Serge Sador, director artístico del evento. Por otra parte, en la sala Adolfo Llauradó actuó Sylvia Bergé con la presentación y argumentación de la Comedia Francesa.
Santiago de Cuba fue escenario de programaciones importantes. La Alianza Francesa de esa ciudad, segunda en importancia del país, recibió la exposición “Albert Camus, un escritor comprometido”, la interpretación de “Aires Bretones“ por los 60 músicos de la Banda Municipal de Conciertos, además de una aplaudida conferencia magistral del escritor y miembro de la Academia Francesa, Dominique Fernández.
El Festival de cine más esperado
Para los cubanos, el Festival de cine francés, ya en su edición número 17, constituye uno de los principales atractivos de la cultura gala. Este año se efectuará del 2 al 30 del próximo mes en diversas plazas del país. Se estima que el programa atrae anualmente a más de 100 mil espectadores, una cifra altamente valorada por la Embajada de Francia.
Organizado por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), la Alianza Francesa, la Cinemateca de Cuba y el grupo francés Cinemanía, su mayor atractivo es la diversidad de géneros de su agenda.
La señora Camille Barnaud, agregada de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia, expresó su confianza en que “Cuba continúe siendo la sede del Festival de Cine Francés más importante fuera de Francia”.
“Esperamos –dijo en la más reciente edición- que aumenten considerablemente los espectadores, porque todas las películas que se exhibirán pienso que tengan suficiente atractivo para que el público colme las salas en todo el país”.
Viajando en el tiempo, ¿qué pensaría Gabriel Veyré si supiera que, con sus filmes de un minuto de duración, abriría las puertas a un Festival de cine que reúne a innumerables personas deseosas de entrar a la sala oscura que él inauguró en La Habana hace dos siglos?