Quiero contarles sobre un lugar maravilloso; se trata de un extinto volcán, cuyo cráter está habitado, entre los límites de las provincias de Coclé y Panamá, en la República de Panamá. Un lugar que solía ser una isla volcánica hace muchos millones de años, antes del surgimiento del Istmo y responsable por la arena negra que se encuentra en las costas de la región del Pacífico Central del país.

Es un lugar para estar en perfecta armonía con la naturaleza. La biodiversidad es tan grande que se pueden encontrar durante el año, casi la mitad de las novecientas y tantas aves que residen en Panamá y casi un tercio de más de 1000  orquídeas, muchas de ellas, endémicas de la región. Está ubicado a unos 600 metros sobre el nivel del mar, con un clima tan agradable que a muchos les gusta decir que vivimos en una eterna primavera.  

Se trata de El Valle de Antón; un destino turístico por excelencia de Panamá, rodeado por un denso bosque húmedo tropical, a solo 2 horas de distancia de la ciudad capital y a unos 45 minutos de los principales hoteles de playa de las costas del Pacífico Central. 

Entre sus principales atractivos están el Chorro del Macho, una caída de agua de aproximadamente 30 metros de alto; la Piedra Pintada, petroglifo dejado por los primeros pobladores de la región, la tribu de Coclé. 

Desde cualquier punto se divisa la India Dormida, una montaña que tiene la figura de una mujer acostada y guarda la leyenda de lo que le sucedió a la hija del cacique Urracá, un líder tribal de la región.  

El Cerro Gaitales otro de los sitios que robará la atención de los amantes de la naturaleza. Un monumento de la naturaleza panameña, que viene siendo el punto más alto de la región con una altura de 1 185 metros sobre el nivel del mar y alberga muchas especies de orquídeas endémicas, además de su majestuoso bosque nuboso, con una gran variedad de aves, insectos y plantas tropicales, 

En la zona se realizan varios proyectos especializados para la conservación de las especies locales, todos de fácil acceso para el turista, como el Centro de Conservación de Orquídeas, dedicado a reproducir las orquídeas nativas para su reforestación y preservación de las especies en peligro de extinción.  El Centro de Conservación de Anfibios, dedicado al cuidado y preservación de todas las especies de anfibios en peligro de extinción, es un sitio donde ahora se puede encontrar a la famosa Rana Dorada, la cual es endémica de la región, pero desafortunadamente no puede vivir en su entorno natural debido a situaciones causadas por la actividad humana.

El  Zoológico El Níspero, es otro sitio de interés, ideal para conocer a los animales originarios de la región y otras especies introducidas, al igual que Butterfly Haven, el nuevo mariposario que procura inculcar a la comunidad y a sus visitantes el amor a la naturaleza y en especial a las mariposas. Aquí puedes convivir con más de 200 ejemplares dentro de un invernadero.

Al ser un cráter volcánico rodeado de montañas, una de las mejores actividades a realizar es la práctica del senderismo, con muchos caminos para recorrer.  La mayoría no están señalizados, por lo que es importante salir con un guía local. Muchos de estos senderos conducen a las comunidades aledañas, donde la principal actividad es la agricultura y la creación de artesanías folclóricas, elaboradas con materiales que recolectan de su entorno, como fibras naturales para hacer sombreros y canastas; piedra de jabón, madera y arcilla para hacer esculturas, entre otras. 

También es un buen lugar para practicar el ciclismo de montaña o lo que se conoce como las patinetas Longboards, para bajar lomas.

Es el sitio ideal para la observación de aves. Puedes pasar un rato por las calles del pueblo, y en solo un par de horas, llegar a documentar más de 50 aves, sin tener que caminar más de un kilómetro.  

Además se organizan en sus  bellas sabanas eventos con vistosos caballos de paso peruano y acuden personas de otros puntos del país. El último fue la Copa de Criadores Nacionales, que como su nombre lo indica es sólo para medir la crianza nacional. Fueron dos días de camaradería, amistad y sana competencia. Se pudieron apreciar, potrancas y potrillos, el futuro. Caballos de trabajo, yeguas madre y extraordinarios machos.

En el Valle existen excelentes lugares para hospedarse, entre ellos se destaca Los Mandarinos, hotel que brinda a sus huéspedes una excelente atención y a los ojos un panorama encantador. La construcción es al estilo europeo; la rodea la inmensa montaña y una brisa excepcional sopla durante todo el día. 

La gastronomía del lugar es otro punto a favor del destino. A restaurantes como el de Lourdes, llegan comensales de todas partes y es reconocido por la buena calidad de la oferta y la excelente atención. 

El Valle de Antón es un destino obligado a visitar en Panamá. Saliendo de la ciudad capital en dirección oeste, ya sea utilizando el Puente de las Américas o el Puente Centenario, a una hora y media por la panamericana  hasta el kilómetro 99, se gira a la derecha dirigiéndose hacia el norte y subiendo la cordillera por unos 30 kilómetros hasta que se llega al cráter donde están las casas de vacaciones y el pueblo de El Valle.