Mercury Mariner
Edsel Ford
Alan Mulally
Mercury Grand Marquis

Tras 72 años de existencia, la marca norteamericana de autos Mercury, perteneciente a la compañía Ford Motors Company, desapareció del mercado automotor. Ford se encuentra en reestructuración y se ha desprendido de casi todas sus marcas: Jaguar, Land Rover, Mazda, Aston Martin y Volvo, para finalmente eliminar uno de sus tres pilares: Mercury. Ahora solo tiene Ford y Lincoln. En los últimos tiempos, la industria automotriz estadounidense liquidó varias de sus legendarias marcas de automóviles, producto de la actual crisis económica global.

Nunca olvidaré aquella “ranchera” Mercury de inicios de los ’50 que tenían mis padres, en la cual hice mi primer intento (frustrado) por manejar. Ahora escribo el epitafio de la marca con la tristeza de quien liquida parte de sus memorias, tan celosamente guardadas en el “baúl de los recuerdos”. Pues bien, Mercury se fue: la última unidad se fabricó el domingo 3 de octubre (2010) en la planta de Kansas City (una Mercury Mariner). Los agoreros de la industria lo habían previsto y así sucedió. Después de que General Motors liquidó a marcas tan emblemáticas como Pontiac, Oldsmobile, Saturn o Hummer, y Chrysler canceló a Plymouth, la compañía Ford no saldría ilesa. Cuando el famoso analista automotriz John Wolkonowicz, de IHS Global Insight, dijo: “Mercury ya es una marca olvidada…”, la sentenció. Las ventas de Mercury cayeron en los últimos diez años un 75 % y hoy representaban, a nivel global, solamente el 1.9 % del Grupo Ford. En los Estados Unidos ni siquiera llegaban al uno por ciento (0.9 %). Durante los últimos tiempos, Mercury presentó modelos nuevos, pero ni así pudo elevar sus ventas. Su mejor año fue 1978, en el cual llegó a vender más de medio millón (579 498) de unidades, pero estas ventas apenas se mantuvieron, durante las décadas del 80 y 90. Sin embargo, de 2005 a la fecha, perdió más del 50 % de su mercado. El año pasado (2009) apenas pudo vender 92 299 unidades. El modelo más comercializado actualmente es el Gran Marqués (Grand Marquis), el auto más caro de la marca, que se ubica en el tope de su gama. Pero visto objetivamente, éste es un sedán desfasado en tiempo y mercado ahora mismo, con un diseño bastante anticuado y un gigantesco motor V8 de 4.6 litros. Tanto así que llegó el momento en que todos los clientes de Mercury eran de la tercera edad. La decadencia de Mercury lo llevó a disponer de solo cuatro modelos: uno medio (Milán), dos todoterrenos (el mediano Mountaineer y el pequeño Mariner), así como el voluminoso Gran Marqués, todos ellos versiones de otros modelos producidos por Ford, con pequeños retoques estéticos en el exterior y elementos de exclusividad en el interior. La marca Mercury la creó, en 1938, Edsel Ford (hijo del singular fundador de la compañía, Henry Ford) con el propósito de disponer de automóviles del segmento medio, entre el barato Ford y el lujoso Lincoln. Su primer modelo salió en 1939. Se llamó Mercury en honor al dios Mercurio, en inglés. En la mitología romana, Mercurio (en latín Mercurius) era el importante dios del comercio. Su nombre está relacionado con la palabra latina merx, que significa mercancía. El templo de Mercurio, construido en 495 A.C., está entre el plebeyo Aventino y el patricio Palatino, lo que enfatiza su papel medio entre Ford y Lincoln. Excelente lugar para el templo, pues Mercurio, el veloz dios del comercio y el viaje, tiene su casa (templo) muy cerca de un gran mercado y de una excelente pista de carreras. En 2006, Bill Ford, bisnieto de Henry Ford, dejó la compañía en manos de Alan Mulally, quien era uno de los directivos de la empresa aeronáutica Boeing, especialista en reestructuraciones. El primer paso de Mulally fue vender las siete marcas que Ford había sumado a su nómina. Con el dinero adquirido, dinamizó la compañía Ford poco antes de la crisis que abatió a General Motors y a Chrysler. 18 meses después, Ford tiene beneficios mientras sus competidores norteamericanos pasan aprietos. Ahora, ante la situación presentada por Mercury, decidió liquidar la marca y fortalecer a Lincoln, que pasó de contar con el 4.5 % del mercado estadounidense, a dominar el 6.3 % en el primer trimestre de 2010. Se fue Mercury. Como epitafio e historia nos dejó varios modelos emblemáticos, imposibles de olvidar, entre los que escogimos cuatro.