Un siglo de historia, tradición y herencia garantiza que el ron cubano se caracterice por su aroma limpio y complejo, su sabor suave y afrutado sin artificios.

Para los habitantes de Cuba, así como para sus visitantes, resulta imposible no asociar a esta bella isla del Caribe con la bebida típica que se produce en su particular clima y es producto de las mejores cañas de azúcar de la región: el ron. La culinaria de nuestro país se caracteriza y distingue por las fusiones acaecidas en el propio seno de la sociedad, donde confluyeron las tradiciones españolas, africanas, aborígenes y caribeñas para conformar un mestizaje autóctono de nuestra identidad nacional, y que tuvo su expresión no sólo en la organización política y social que imperó, sino además en la cultura cubana relacionada a la preparación y consumo de comidas y bebidas. Es que si a nuestra cocina la destacan sus ajiacos, la cocción de carne de cerdo en múltiples variantes, los moros y cristianos y el congrí, los potajes de diferentes leguminosas, y las diversas variedades de plátanos que sirven para la preparación de tostones, mariquitas y fufúes, entre otros; el sabor líquido de lo cubano, sin dudas, lo constituye el ron, consumido en strike o en un sin número de cócteles de renombre internacional.

La receta del ron cubano El ron como bebida, condensa las características esenciales de nuestra cultura mestiza. El proceso de producción del ron que va desde la obtención de las melazas, la destilación para la fabricación de aguardiente, bebida que le impregna un aroma y sabor exclusivos al ron, hasta el añejamiento en barriles de roble blanco americano y las mezclas, garantiza un valor sensorial libre de extractos, saborizantes y esencias artificiales. Las distintas bases o rones frescos añejados a diferentes graduaciones y según períodos de tiempo, originan luego de respectivos añejamientos otras nuevas bases que vuelven a ser utilizadas en mezclas posteriores, aumentándose así la complejidad del aroma y sabor del producto, y variando con ello su coloración, donde los de menor número de etapas serán los rones blancos y los de mayor número serán los añejos y extra añejos caracterizados por su coloración acaramelada. De igual modo, las edades comerciales que cada uno representa dependen de los períodos de tiempo que se añejen las mezclas utilizadas y de la calidad del aguardiente fresco inicial. Cada ron cubano está marcado por la rigurosa selección del aguardiente, por su añejamiento, por la realización de mezclas de rones seleccionados, por el control en naves de añejamiento de variedades, y por el arte, magia y talento de mezclas que realicen los Maestros Roneros al combinarlos. Esta habilidad, lleva más de un siglo de historia, tradición y herencia y garantiza que el ron cubano se caracterice por su aroma limpio y complejo, su sabor suave y afrutado sin artificios, sin astringencias ni amargos, su limpieza, transparencia, brillantez, durabilidad y naturalidad.

De la Tafia al Ron Ligero Cubano A finales del siglo XV arriba Cristóbal Colón a Cuba e introduce la caña de azúcar en la región, cultivo que favoreció la producción de diferentes productos entre los que se destaca una bebida áspera consumida por corsarios y piratas en sus travesías, a la cual denominaban Tafia. El fortalecimiento en la Isla de la producción del cultivo de la caña, sumado al desarrollo tecnológico y social que reinaba ya a mediados del siglo XIX dio la bienvenida al nuevo siglo con la creación del Ron Ligero cubano, el espirituoso que desplazó a la Tafia y comenzó a conquistar los paladares de la sociedad culta y la nobleza europea donde predominaba el consumo de brandy, coñac y whisky. Hasta el año 1959, cuando triunfa la Revolución cubana, existían en el país una innumerable cantidad de pequeñas fábricas de ron denominadas chinchales, que de a poco fueron nacionalizadas y pasando a manos de sus verdaderos dueños: los Maestros Roneros que de generación en generación supieron conservar los más tradicionales secretos de fabricación. Fue en la región oriental del país donde se concentraron las más poderosas fábricas de ron, debido a las bondades climáticas y a la ininterrumpida labor de los Maestros Roneros, instituyéndose de este modo en Santiago de Cuba, la Cuna del Ron Ligero Cubano. Si bien toda la región caribeña puede hacer gala de producir y comercializar los mejores rones del mundo, el que se produce en Cuba tiene un particular know how que está dado por la conservación de los más antiguos caldos de esta bebida, la intervención de los Maestros Roneros en la producción, y el meticuloso proceso de mezclas y añejamientos que se realiza en nuestras fábricas.

Cuba Ron S.A.: una amalgama de sabores La Corporación Cuba Ron S.A. rescató esta historia y tradición cubanas y organizó todo lo que en cultura ronera prevalece en la industria nacional, fortaleció sus fábricas y comenzó a desarrollar productos que hoy abarcan los más disímiles gustos y mercados. Guiados por este principio conformamos una estructura que abarca tres empresas mixtas, cinco roneras, y dos Museos del Ron, en nuestro afán no sólo de producir el mejor ron del mundo, sino de trasladarle a los clientes de todo el orbe, a excepción del mercado estadounidense por razones ajenas a nuestra voluntad, la historia y mística que encierra el espirituoso por excelencia de nuestro país. La marca líder de nuestros productos, Havana Club, se lanzó al mercado en el año 1993, hoy se encuentra presente en 144 países y ha hecho una escalada vertiginosa al puesto 22 de los espirituosos mundiales. El reciente lanzamiento del Havana Club Selección de Maestros confirma las potencialidades de esta marca auténticamente cubana, y bajo los influjos de una escuela de Maestros Roneros que ha sabido condensar las particularidades de la cultura nacional en una bebida. Santiago de Cuba es la marca Premium de nuestra Corporación. Se produce en la provincia del mismo nombre en las antiguas bodegas de Bacardí y hoy se encuentra presente en treinta y dos mercados. Cubay es la marca más joven de nuestros rones, se produce en la región central del país, y posee además una excelente línea de licores que destaca en la coctelería cubana. Arecha y Legendario son marcas operadas por Cuba Ron S.A. para la exportación y se suman a la prestigiosa cartera de rones que comercializa la Corporación. Cuba destina nueve marcas de ron a la exportación y de ellas, sólo cinco poseen la Denominación de Origen CUBA: Havana Club, Santiago de Cuba, Cubay, Varadero y Caney, producidas todas, sin excepción, por la Corporación Cuba Ron S.A. Esta distinción no sólo da muestras de la capacidad y prestigio de esta empresa nacida hace casi dieciocho años con la misión de unificar las más tradicionales fábricas de ron y modos de hacer este espirituoso nacional; sino que asegura a los consumidores la relación causal que existe entre el origen geográfico del producto y sus características esenciales. Pero Cuba Ron S.A. no sólo posee rones en su cartera de productos, cuenta además con vinos, refrescos, aguas naturales, carbonatadas y saborizadas, y levadura seca instantánea que se utiliza en la panificación nacional, productos elaborados por Bodegas San Cristóbal y las empresas mixtas Bebidas del Caribe S.A. (BECASA), y Levadura y Fermentos S.A. (LEFERSA), respectivamente.

Diversificación de Productos Cuba Ron S.A. realiza constantes sondeos de mercado que le permiten identificar las principales tendencias que en ellos se desarrollan. De ahí, que elabore productos que cada vez más personalizados, satisfacen los gustos de quienes saben reconocer en el ron cubano su distinción. No es casual la creación de productos como Havana Club Selección de Maestros, nacido de las manos y los corazones del reducido y selecto grupo de Maestros Roneros que laboran en la Corporación. Otro producto de próximo lanzamiento al mercado es el Elixir de Ron Añejo Cubay, para aquellos que aprecian el dulzor que prevalece aunque no opaca, sobre el delicado ron que nace de las mismísimas antiguas bodegas de Arechavala. Para los que llegan a nuestro espirituoso a través de la coctelería, también hay nuevas propuestas en la línea de Licores Cubay, que agrega los sabores Coco, Anís y Limón. En el mercado de los coolers o tragos listos para tomar, llega una bebida refrescante enlatada a base de refresco de cola Fiesta y ron añejo Cubay, denominada Cubay Cola, la primera en esta categoría que combina dos de las auténticas producciones de Cuba Ron S.A.