Las tapas son en este momento el gran elemento de proyección de la gastronomía española en el mundo, las grandes embajadoras de una cocina de libertad sin reglas fijas donde cada cocinero y comensal encuentra la sorpresa y la emoción.
Estas pequeñas porciones, que nos permiten probar de golpe una gran diversidad de platos, han comenzado a triunfar en todo el planeta como hicieron anteriormente la pizza o el sushi. Y más allá de las clásicas tapas ibéricas, como el manchego de chorizos, la tortilla española, los piquillos rellenos y los montaditos de serrano, se han sumado otras más trasgresoras, que van desde el uso de frutas, hasta de tapas creadas a partir de platillos árabes y asiáticos.
La popularización de la tapa supone la superación de la rigidez de la alta cocina y permite comer de pie, en la barra, en taburetes o en sillas y mesas… disfrutando de varios sabores diferentes y combinados con distintas bebidas, entre ellas los cócteles.
No en vano el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de españa ha iniciado un expediente para declarar la tradición Cultural de las Tapas como manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tal y como lo son, desde 2010, la dieta mediterránea y la gastronomía mexicana.
Es por ello también que la Academia Iberoamericana de Gastronomía ha decidido crear la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura de la Tapa, designación que se ha decidido recaiga por primera vez en Sevilla.
Estas proclamaciones no solo pretenden reconocer a la tapa en sí sino al “tapeo”, entendido como el acto social y cultural de ir a consumirla. Y es que el concepto de tapa va más allá forma de presentación de los platos, de degustación gastronómica, para erigirse en un verdadero modo de vida, de fiesta y de alegría.

 

An Identity and Culture Hallmark

Tapas presently stand out as the main representatives of Spanish gastronomy worldwide, the great ambassadors of a free cuisine without any fixed rule, where every cook and patron finds surprise and excitement.
These small portions, which allow us to taste an array of dishes in one bite, are gaining momentum around the world just as pizza or sushi previously did. Beyond classic Iberian tapas, such as manchego sausage, Spanish omelet, stuffed piquillos and montaditos de serrano, the group has been joined by other recipes, ranging from the use of fruits to tapas based on Arabic and Asian dishes.
The popularization of tapas leaves the rigidity of haute cuisine behind, so patrons can eat away from the table, by the bar, in stools or chairs and table… enjoying different tastes paired with drinks, including cocktails.
That is the reason why the Ministry of Education, Culture and Sport has opened a file to declare the tapas cultural tradition in Spain as a representative expression of Mankind Immaterial Cultural Heritage, just like Mediterranean diet and Mexican gastronomy.
Moreover, that is why the Iberian American Gastronomy Academy has decided to create the Iberian American Capital of Tapa Culture, and the designation will go to Seville.
These proclamations not only recognize tapa as such, but also “tapeo”, understood as the social and cultural act of going and enjoying it. The tapa concept goes beyond the presentation of dishes, gastronomic tasting, and becomes a true lifestyle, fiesta and joy.