Un desafío para los sentidos, un reto que evoca, conmueve y seduce nuestras emociones gustativas. Así puede definirse la cata a ciegas celebrada durante la XV Fiesta Internacional del Vino, celebrada del 1 al 3 de octubre en el Hotel Nacional de Cuba, donde se pusieron a reñir, en elegante combate, cinco vinos tintos de varias regiones del mundo, que viajaron para encontrarse con los excepcionales Habanos en su propia tierra.
“Al Habano hay que amarlo, quererlo mucho, porque forma parte de la tradición de este país”, expresó el sommelier cubano Fernando Fernández, al frente de la cata-maridaje, quien la definió como un “encuentro con la universalidad del vino, para buscar en ella nuestra identidad”.
Para la ocasión se eligió una de las vitolas clásicas de Habanos, el Churchill de Romeo y Julieta (cepo 47 y 178 milímetros), ideal para disfrutar durante poco más de una hora. En su matrimonio con los vinos se midieron parámetros como la  relación de equilibrio y potencia, riqueza y complejidad aromática, armonía y placer de la alianza obtenida.
La cata contó con la presencia de representantes de España, Italia, Chile, Francia, Portugal, Panamá, México, Argentina, Canadá y Estados Unidos, así como con una veintena de somelieres cubanos, entre otros invitados.
Tras la degustación de los cinco tintos, y con un total de 273 puntos, se eligió al vino La Planta Ribera del Duero 2012, con una concentración de aroma y sabor excepcional, como el que mejor  maridó con la equilibrada y aromática ligada de la vitola  Churchill de la marca de Habanos Romeo y Julieta, un clásico de sabor medio. La armonía resultó de una calidad inusitada, con un bouquet delicioso, ya sea por la presencia de esta marca de excelente añada, como por la cualidad del Habano catado.
Los otros cuatro vinos fueron el Senesi Aretini Chianti, Ibéricos Crianza Tempranillo 2011, Casillero del Diablo y Reserva Carmenere Maipo 2012, los cuales —en combinaciones más o menos acertadas— fueron prueba fiel de que no solo existe un Habano para cada momento o gusto, sino incluso para cada vino con el que se quiera compartir.