Con exactitud en el habla, siempre recurriendo a algún argumento sólido, el doctor Eugenio Selman Hussein convence a sus interlocutores de que el ser humano puede vivir 120 años. Concepto apoyado en una palabra clave: moderación. Este médico tiene mucho camino recorrido, pero aún mucho más por andar, como nos confirma optimista. A los 78 años de vida encabeza una de las iniciativas más interesantes en Latinoamérica y quizás en buena parte del mundo: El Club de los 120 Años. El Dr Selmam es Profesor Titular de Cirugía del hospital habanero Calixto García, institución a la que arribó en 1947. Posee el rango de Especialista de Segundo Grado de Cirugía, Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Honoris Causa de Ciencias Biológicas, y Profesor Emérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. Ha dedicado toda su vida profesional a las ciencias y al mejoramiento de la vida humana. El Club – fundado el 24 de septiembre de 2003 en el Hotel Nacional de Cuba- afilia en el presente a personas de 34 naciones, incluido el país anfitrión, y tiene inscritos siete mil cubanos y diez mil extranjeros, con miles de solicitudes desde todos los continentes. Filosofía de vida El Dr. Selman es un defensor de que el hombre puede vivir 120 años y muchos más, pues todo radica en el convencimiento y el propósito de cada quien, tal y como ocurre con una profesión, el arte o la propia medicina. Advierte que como tendencia en el mundo las personas se sensibilizan y preocupan por su salud después que rebasan los 50 años; sin embargo, insiste en que es necesario tener esa atención prácticamente desde el nacimiento, cuando la responsabilidad corresponde a los padres, e inculcar ese hábito de protección a los pequeños. La filosofía del Club es que se puede llegar a los 120 años sin tener que hacer grandes esfuerzos La filosofía del Club es que se puede llegar a los 120 años sin tener que hacer grandes esfuerzos, solo con necesarios detalles a tener en cuenta. «No fumar, -reitera- ser una persona moral y ética, ser solidario, estar motivado con vivir; después alimentarse correctamente, moderar las agresiones al cuerpo, y desarrollar actividad física». «Hay que moverse para que la sangre circule con mayor velocidad, pues la sangre es la que lleva todos los elementos a los órganos del cuerpo. Es necesario aprovechar toda la vida para moverse, tanto desde el punto de vista psíquico como físico». «La otra cuestión es la cultura, muy importante, tanto que se practique o participe como disfrute, ya sea visitar una exposición de pintura o ir al teatro, pues es necesario siempre tener alguna satisfacción espiritual». «Es importante tener en cuenta que la peor enfermedad del hombre moderno es el estrés. Y la otra dificultad está en el medio ambiente, que puede empeorar o mejorar la vida». «Imprescindible es comenzar por la casa, tener una habitación sin polvo, sin plantas que envicien el oxigeno, con buena iluminación y comodidad suficiente para dormir bien». «Otro principio es la moderación, pues todos los extremos son malos. Si come poco o mucho, ambos son malos; aunque la pandemia ahora es la obesidad, tan es así que, por ejemplo, el 30 por ciento de la población cubana es obesa». Pero el mayor énfasis el Dr Selman lo pone en la erradicación del hábito de fumar, algo que practica él mismo, pues antes probaba diariamente 12 puros, bajo la promesa de calmarle y prepararlo para las cirugías, hasta comprender que cuando operaba tenía su mayor tensión y no podía fumar en ese instante, por lo tanto podía prescindir de su «calmante» y así lo hizo. «Fumar causa infarto cardiaco y cáncer del pulmón. Hace un año había más de tres mil moléculas dañinas en el hombre, ahora rebasan las cuatro mil, y el tabaco hace lo suyo en esto». El especialista estima que la solución para adquirir el peso adecuado no está en las dietas, se trata de un estilo de vida, aunque una restricción nutricional puede ser el principio de reglamentarse. En cuanto a la moderación recomienda, por ejemplo, beber dos «copitas», no copas, de vino tinto por día, y evitar excesos de grasas saturadas. Recomienda las carnes blancas, aunque reconoce la necesidad de pequeñas cantidades de carnes rojas, imprescindibles para asegurar la inmunidad. Pero siempre recalca la palabra moderación como la clave del éxito. Un éxito que se llama Vivir.