Un verdadero edén en el Caribe
Sin igual atracción mundial constituye el balneario cubano de Varadero, y uno de los tesoros que lo han hecho trascender es sin dudas su playa. Con 20.375 m de extensión, bordeando toda la Península de Hicacos, transparentes aguas que acarician la piel de los bañistas e invitan a la observación del fondo marino y la fina arena en contacto con los pies descalzos, dando origen a un mundo nuevo de sensaciones, esta playa es un verdadero paraíso, lo que le ha granjeado el reconocimiento de ser considerada entre las más bellas y codiciadas del mundo. "Yo he tenido la dicha de sentir la caricia de ese mar sereno y azul, y de esa arena que sólo parece rozar tu piel desnuda; he podido contemplar una puesta de sol en compañía de mi pareja y vivir en este paradisíaco lugar el más intenso de los momentos", dijo un turista después de disfrutar por unos días de una de las grandes maravillas de Varadero: su playa. También en Varadero existen otros sitios en que la magia de la naturaleza, en perfecta armonía con el sentido artístico y creativo de la obra humana, han dado como resultado verdaderas maravillas que se exhiben al mundo con orgullo; de ahí que otras construcciones y espacios merezcan ser mencionados dentro de esta categoría. Así, el "Varadero Golf Club", único campo de golf de 18 hoyos de Cuba y uno de los más hermosos y técnicamente mejor habilitados del Caribe. En su entorno se destaca, sobre un peñón y rodeada de jardines, la que fuera residencia del multimillonario Irenee Dupont de Nemours, la Mansión Xanadú, verdadera joya arquitectónica que conserva no sólo el mobiliario y objetos originales de la época en que era habitada por la familia, sino también la mítica atmósfera de distinción y exclusividad que históricamente le ha dado su sello particular. Otro espacio digno de pertenecer a esta categoría por sus valores ecológicos es la Reserva Ecológica de Varahicacos, con sus diversos senderos, cuevas como la de Ambrosio, donde se han hallado 72 pictografías consideradas como una de las mayores muestras de esta manifestación en el Caribe insular, y diversidad de flora y fauna autóctonas. Muchos otros sitios, en fin, de Varadero, pudieran integrar esta categoría de lo maravilloso por sus valores naturales, históricos o patrimoniales; pero ahora nos interesa referirnos al que consideramos uno de los más altos exponentes: el Parque Josone.
Donde el paisaje se hace poesía
El Parque Josone
Descubrir el Parque Josone supone el disfrute de sensaciones nunca antes experimentadas. El conjunto parece surgir de uno de los más logrados lienzos o de una postal, para avivar la imaginación de artistas y poetas.
Funcionalmente, el Parque Josone es hoy, además de un lugar de esparcimiento del espíritu, un complejo gastronómico que cuenta con restaurantes como el Dante, especializado en comida italiana y el Retiro, en comida internacional. El primero parece surgir de la laguna, entre flores exóticas, ocas y pequeños botes de remo; el segundo, decorado con muebles y valiosos objetos de época, ostenta una particular distinción, muy apropiada para ocasiones especiales. Más allá, y en un sitio ideal para la charla íntima o de negocios, se alza La Campana, restaurante destacado por su cocina criolla. Posee una verde y extensa área donde se celebran cenas, bodas, variados espectáculos y eventos de trabajo, amenizados por grupos musicales y artistas de renombre en el país. Constituyen estas áreas sitios ideales donde el ambiente y el más exquisito profesionalismo en el servicio se ponen a disposición de grupos de clientes. Otros dos lugares que se han añadido a los ya existentes para formar parte del complejo son: La Gruta del Vino, con amplia variedad de los más exquisitos vinos y su especialidad en deliciosas bruschetas, plato típico napolitano, y El Rancho, restaurante especializado en paella, productos del mar y otros. Ahora bien, todas estas excelencias gastronómicas no tendrían el valor que han alcanzado, si no tuvieran, como complemento sustancial, su maravilloso entorno. La denominada Laguna de la Paz es el centro de este paraíso. En torno a ella destacan plantas, flores y animales exóticos, pequeñas embarcaciones deslizándose por las aguas bajo pintorescos puentecillos de madera, hermosas fuentes, escalinatas de mármol, glorietas de cantería, la emblemática campana... y, muy en especial, la vastedad y belleza de sus áreas verdes. Realmente, es este un idílico lugar proclive al ensueño, al disfrute sensorial y espiritual, en cuya concepción y origen, como en toda obra humana de creación, está el amor.