La ciudad conocida como el París de las Antillas, quedo convertida en una silueta renegrida de ruinas entre humaredas. Todos los barcos anclados en el puerto se hundieron hasta el fondo de la bahía. La acción de los gases fue tan fulminante que las gentes no sufrieron.

La capital contaba con un censo de treinta mil habitantes. Dos años después del desastre otros habitantes comenzaron a poblar de nuevo la ciudad. Aunque nunca ha conseguido el estatus anterior y hoy su población es de seis mil habitantes, las autoridades han decidido desde hace un par de años rehacer todo el camino necesario para que Saint Pierre vuelva a brillar con luz propia. De hecho hoy es unos de los lugares turísticos más importantes de la isla y punto de partida para muchas visitas y actividades en el norte de la isla de Martinica. Un tren turístico el Cyparis Express recorre la antigua capital. Además existe un original submarino en el que los visitantes podrían recorrer la bahía. Submarinistas de todo el mundo que acuden hasta este norte de la isla para bucear.

En los alrededores de Saint Pierre se puede disfrutar del submarinismo, el senderismo y se pueden visitar varias destilerias.

En Le Prêcheur, se encuentra la tumba de los últimos jefes de raza caribe. Además de los pequeños museos de la zona, el de Paul Gauguin, la casa del volcán, en Morne Rouge, y otras citas atractivas como el valle de las mariposas y algunas de las plantaciones más antiguas de la isla se merecen algún tiempo del viajero llegado hasta aquí.

Saint Pierre es uno de los lugares más visitados de la isla, entre sus atractivos se encuentran: el museo Perret, las ruinas del teatro, el edificio de la antigua cámara comercial, la catedral, contemplar la panorámica conjunta de la bahía, del volcán, y de la ciudad en la cual sobresale la iglesia, el mercado de frutas, verduras y artesanías.