Entre las principales influencias de su vida, Giorgio siempre reconoce el privilegio de haber nacido en Florencia, lo que señala como algo muy importante para él, porque «ha contribuido sensiblemente a la formación de mi capacidad creativa». La emblemática ciudad «es conocida como La Cuna del Arte y de verdad que inconscientemente uno respira y asimila la perfección de su geometría, que terminará guiándote para toda la vida», dice. Básicamente esto marca el trabajo de su empresa en materia de diseño, como una consecuente proyección en la que sobresale la visión personal, el estilo refinado e innovador dispuesto a aprovechar el glamour actual, con la idea de crear una imagen de buen gusto. Giorgio Gucci está presente en Cuba desde hace siete años y en ese período, «particularmente en La Habana se han establecido más de 15 boutiques y tiendas. Entre otras iniciativas hemos previsto la apertura de un nuevo show room en el Global Bank de Panamá, así como una franquicia en Costa Rica». «En Cuba, tenemos la voluntad de ampliar nuestra participación», señala, para anunciar que «próximamente abriremos nuevas boutiques en otros centros comerciales en los alrededores de La Habana». Aunque siguen siendo muy reconocidos artículos de Giorgio Gucci, por ejemplo, en géneros como el calzado, bolsos de mujer y confecciones textiles femeninas, en estos momentos, sus colecciones de vestuario y accesorios para niños, tienen un éxito particularmente destacado. «No obstante, en los últimos meses, hemos diseñado y presentado una nueva línea de calzado femenino con mucha aceptación en el mercado cubano», precisa. Tras una charla amena en la que el empresario ha develado algunas de las proyecciones de su empresa, criterios sobre cómo el mundo de la moda a pesar de ser un escenario en constante evolución, «debe siempre llevar un sello personal» y otros variados temas, Giorgio Gucci comenta a propósito del XI Festival del Habano que le gustaría dar a conocer «la gran admiración que siempre he sentido por esta maravilla de Cuba llamada habano y sus torcedores, pues cada habano, en cada vitola, es como la culminación de una de las más bellas obras de arte»

El estilo refinado e innovador dispuesto a aprovechar la novedad y el glamour actual, con la idea de crear una imagen de buen gusto, es una consecuente proyección en la que sobresale la visión personal