Malecón Es la arteria principal de Puerto Vallarta, escenario y testigo de su latir, de sus fiestas, alegrías, del sentir de sus habitantes y de cada hecho histórico.

Sugerimos comenzar la visita desde el Hotel Rosita, el primero construido en el pueblo y a partir de este punto caminar despacio disfrutando cada escultura, el mar, el cielo, la actividad de la playa, con los artistas que hacen figuras en la arena, bailan o dibujan. Puede regresar por el lado contrario donde abundan las tiendas y los restaurantes.

IMPRESCINDIBLE Admirar un atardecer sentado en el malecón: los colores del cielo son únicos, y cambian cada día de forma inimaginable; a las nueve de la noche presenciar los fuegos artificiales del Marigalante.

Centro En el centro sabrá cual es el sabor de un pueblito mexicano. Calles bulliciosas, casitas, la plaza con la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, puestos de fruta y dulces.

Restaurantes, galerías de arte, tiendas de artesanía y ropa completan la escena.

IMPRESCINDIBLE Dedicar unas horas o un día para vagar por sus calles, sin dejar de subir hasta el cerro, en el área llamada Gringo Gulch.Tomar un jugo de frutas y comprar un recuerdo de su maravillosa artesanía. Eso sí, con zapatos muy cómodos…deje el calzado formal para la cena.

Zona Romántica Qué decir de mi parte favorita de este pueblo entrañable. Cruce uno de los puentes sobre el río Cuale que unen el centro con esta zona, también llamada “Viejo Vallarta” y pasee por Olas Altas para tomar un café en alguna de sus terrazas y sentir el mar a una cuadra. Deje que el ambiente relajado le invada y olvídese que un día tuvo responsabilidades.

IMPRESCINDIBLE Desayunar en Olas Altas en “mi pequeño París”; sus cafés nos lo recuerdan… y reservar una cena en alguno de sus coquetos restaurantes con cocina para todo tipo de gustos y exigencias.

Playa de los muertos Es la playa más cercana al pueblo y una de las más animadas y divertidas. Numerosos restaurantes se mezclan con puestos de comida y con gente de cualquier edad que acuden a disfrutar del mar y las diferentes opciones como los paracaídas, la banana, etc. Desde el muelle salen pangas hacia las playas del sur a las que solo se accede por mar, como Las Ánimas,Quimixto o Yelapa.

IMPRESCINDIBLE Pasar un domingo disfrutando de las olas, la comida e incluso música en vivo en lugares como el Ritmos Beach Café. Conseguirá relax para toda la semana.

Marina de Puerto Vallarta La marina es un lugar diferente y especial que merece dedicarle un tiempo de nuestra visita. Tranquila y hermosa, rodeada de montañas que contrastan con el blanco de los barcos. Multitud de restaurantes y tiendas están enlazadas para ofrecer todo lo que puede desear comprar o disfrutar desde la mañana a la noche.

IMPRESCINDIBLE Pasear de punta a punta y terminar subiendo al faro desde donde tendrá una inusual vista de Puerto Vallarta.

Isla del río Cuale En medio del pueblo, suspendida entre el centro y la zona romántica, se encuentra la Isla del Río Cuale con sus puentes y por supuesto el río que la da nombre. Es un oasis de vegetación, de sonidos de la naturaleza, de color verde en el que podemos encontrar el Museo del Río Cuale, el Centro Cultural donde se llevan a cabo numerosas actividades relacionadas con el arte, y también restaurantes y tienditas que ofrecen mil recuerdos para llevar.

IMPRESCINDIBLE Cruzar unos de los puentes de madera guardando el equilibrio y sentirse niño por un momento. Conservar la sonrisa para merodear por sus tiendas y acabar cenando con acordes del jazz flotando en el ambiente.