En la industria turística, Cuba ocupa el cuarto lugar entre los destinos fundamentales del Caribe, con muy promisorias proyecciones de crecimiento

CAMBIOS estructurales en la economía cubana desde mediados de la pasada década, tuvieron como origen la aguda crisis que comenzó a principios de los años 90. Aunque 1994 marcó el punto de inflexión de la caída de la economía, fue más adelante cuando se originaron la mayoría de las transformaciones. La recuperación gradual de algunas producciones, la reestructuración de otras y la apertura a la inversión y al comercio exterior, han favorecido en alguna medida la reactivación económica. Aunque desde antes (1982) existía el decreto ley 50 sobre asociación económica entre entidades cubanas y extranjeras, es a partir de mediados de la década del 90 que el panorama se hizo más favorable para la asimilación de capital foráneo y tecnología. Ya en la actualidad, funcionan en Cuba algo más de 360 asociaciones económicas internacionales, 231 contratos de producción cooperada y cerca de 13 contratos de administración productiva y de servicios; 50 de administración hotelera, y en conjunto España, Canadá e Italia resaltan como socios fundamentales. Son a la vez el turismo, la industria básica, construcción y ligera los sectores de mayor afluencia de la inversión, que se concibe como un complemento a los esfuerzos de desarrollo del país y se centran en la búsqueda de nuevos mercados de exportación, tecnologías competitivas y financiamiento, fundamentalmente a largo plazo. El hecho de poseer fuerza de trabajo altamente calificada, una adecuada infraestructura, estabilidad política y social, integración a la región, abundancia de recursos naturales y el clima de seguridad que Cuba ofrece a los extranjeros, son elementos atractivos para los inversores.

TURISMO En el caso de la industria turística, que a partir de ese momento se constituyó como el sector más dinámico de la economía, su crecimiento promedio anual fue del 19 % en la cantidad de turistas que visitó Cuba entre 1995 y el 2000, y en la elevada eficiencia global que reportó esta actividad en la última década. Ello se traduce en un crecimiento de los ingresos en 8 veces, de los visitantes en 5, de las habitaciones en 3 y del empleo en 2, sumados a la reactivación de las producciones nacionales que suministran el 68% de las necesidades de la industria turística y a la generación de 200 000 nuevos empleos vinculados directamente al sector. En la actualidad, Cuba se encuentra entre los 4 destinos fundamentales del Caribe y las proyecciones de su crecimiento a largo plazo pueden hacer que disponga de hasta 191 000 habitaciones, cifra muy superior a las 40 000 con que cuenta hoy. Este sector, sin dudas, constituye una oportunidad para la inversión extranjera en la construcción de hospedajes y facilidades extrahoteleras. Las oportunidades de negocios en el sector clave de la economía cubana están dirigidas a la construcción de capacidades de alojamiento en sus diversas modalidades de comercialización en las regiones priorizadas para el desarrollo turístico; ellas son: Ciudad Habana, Varadero, Jardines del Rey, norte de Camaguey y de Holguín, Santiago de Cuba , Costa Sur Central y Archipiélago de los Canarreos. Otras opciones se localizan en el desarrollo de marinas, que implican la construcción de muelles, comisarías y ferreterías náuticas, además de inversiones en campos de golf, parques recreativos y acuáticos, todos asociados al desarrollo turístico.

Biotecnología Estudios realizados por Consultores Asociados S.A., (CONAS S.A:) indican que también otros sectores ofrecen importantes oportunidades para la inversión extranjera, en busca igualmente de nuevos mercados en el exterior, tecnologías competitivas y fuentes de financiamiento. Uno de ellos es la biotecnología, avalado por el constante desarrollo de las ciencias en las últimas cuatro décadas en Cuba y que tiene como buen antecedente los años 90 con el surgimiento de una nueva industria de alta tecnología dirigida a la obtención y comercialización de productos novedosos en la esfera biotecnológica y farmacéutica, equipos médicos, métodos de diagnóstico de avanzada y productos y servicios informáticos de alto valor añadido. En esta esfera productos como la vacuna antimeningocóccica BC, única en el mundo, así como tratamientos contra el cáncer, la vacuna contra la hepatitis B y otros resultados, ubican a la ciencia cubana en pelotón de avanzada. El inversionista extranjero puede participar en alianzas para el desarrollo de proyectos específicos, compartir mercados y el derecho de uso de las patentes, financiar proyectos identificados en el portafolio de negocios, así como aportar el acceso a nuevos mercados externos. La promoción de negocios en el sector abarca la creación de empresas mixtas en el exterior, para producir a partir de tecnología aportada por las entidades cubanas, y la creación de asociaciones económicas internacionales para el desarrollo conjunto de nuevos productos.

Información, azúcar, energía... En el terreno de las tecnologías de la información también se ha producido un avance sólido, con la creación de las bases para la formación de la fuerza laboral capaz de desarrollar estas tecnologías aceleradamente y fuertes inversiones en las redes de telecomunicaciones (más de un 75 % de digitalización en la telefonía, crecimiento de las redes de transmisión de datos, y la expansión de la fibra óptica). Las oportunidades aquí se ciñen al desarrollo de alianzas estratégicas para el desarrollo de software a la medida, empaquetados y para aplicación industrial, así como para actualizaciones y adiciones a paquetes existentes. Otros propósitos se concentran en la industria de los derivados del azúcar, rama en la que las posibilidades de inversión se localizan en la cogeneración de electricidad a partir de biomasa cañera, el incremento de la producción de alimento animal y el desarrollo de nuevos productos, el aumento de la calidad y capacidad de producción de alcoholes y bebidas, la producción de biofertilizantes y de tableros para la industria del mueble y de la construcción. En el financiamiento de la producción azucarera se contemplan fórmulas que incluyen la administración conjunta de empresas y el financiamiento para insumos fabriles. La tendencia hacia la asimilación de tecnologías de punta también abarca el sector de la energía y la prospección de petróleo. En el 2002 Cuba generó el 74 % de la energía eléctrica que consumió usando portadores energéticos nacionales, y en el año en curso ésta debe elevarse a más del 90 %. En tal sentido, la prospección de petróleo cobra cada día mayor auge, el país se ha dividido en 26 bloques, de los cuales 16 están en tierra y los 10 restantes en el mar. Se cuenta además con el área exclusiva del Golfo de México, compuesta por 59 bloques, y cuyos vaticinios son muy favorables, habida cuenta de que tanto México como los EEUU han hallado importantes yacimientos en sus respectivos bloques. Son esas cinco ramas las principales para la inversión extranjera en el país y donde se concentran la mayoría de las oportunidades de negocios, sin embargo, existen otros sectores con importantes atractivos y potencialidades como las industrias textil, pesquera, agroalimentaria y sideromecánica, además de transporte y comunicaciones, sistema financiero y recursos hidráulicos.

Alimentos y construcción En la rama agroalimentaria las ofertas que permiten penetrar en el mercado cubano se basan en la producción y exportación de frutas cítricas y sus productos asociados, la producción de plantas medicinales para la exportación y de semillas mejoradas de diversas especies forestales, fundamentalmente de especies endémicas de Cuba. La reanimación de la producción lechera, y de las siembras de banano y plátano, así como varios proyectos de producción de arroz, se incluyen en las amplias disponibilidades de ese sector. La construcción, considerada como un sector de gran despegue en el país en los últimos años, no está ajena a la asimilación de inversionistas foráneos para la construcción de obras “llave en mano”, fundamentalmente en el turismo, así como para el desarrollo de plantas de reciclaje, de cal y de pisos cerámicos.

Leyes para la inversión El marco legal y las formas de inversión en Cuba son establecidas por la ley No 77, que ampara la creación de Joint Venture, Contrato de Asociación Económica Internacional y empresa de capital 100 % extranjero. Asimismo, el acuerdo 3827 12/00, da la posibilidad de otros negocios y de nuevas formas de inversión mediante los contratos de producción cooperada (bienes y servicios) y los de administración que incluyen producción y servicios. Las disponibilidades legales se apoyan además en los Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI), de los cuales se han firmado 62 con 71 países, en su mayoría de América (34 %), así como de Europa, Africa, Asia y Medio Oriente. Dentro de la estrategia de fomento de las inversiones extranjeras en Cuba se han establecido consultorías que apoyan, con sus servicios, el establecimiento de los socios extranjeros y sus negocios. Una de ellas es Consultores Asociados S.A., (CONAS S.A), considerada la consultoría por excelencia para la inversión extranjera en la Mayor de las Antillas. Constituida en 1991 CONAS S.A., tiene la misión de prestar servicios profesionales de auditoría y consultoría jurídica, de reingeniería organizacional; marketing, gestión y evaluación de negocios vinculados con la inversión extranjera, así como a empresas nacionales, personas naturales y jurídicas extranjeras, organismos y organizaciones internacionales, en interés de la satisfacción de los clientes. En su proyección internacional, ofrece servicios conjuntos con consultorías y organizaciones de España, Francia, Canadá, Italia, Reino Unido, Panamá, Holanda, Trinidad y Tobago, México, Puerto Rico y otros países. Especial mención merece que representantes de la firma Ernst &Young procedentes de España, Reino Unido y Argentina, radican en su sede. Su perfil está encaminado a promover el desarrollo de la inversión extranjera y otros temas de interés para los empresarios, y entre sus fortalezas están la continuidad en la prestación de servicios a más de 200 clientes de diferentes países y sectores de la economía, entre los que resaltan la mayor parte de los treinta principales negocios que tiene el país con capital extranjero, más del 70 % de las entidades financieras del país, las principales empresas del sector de telecomunicaciones e informática, la industria básica nacional, biotecnológica y farmacéutica, y de los sectores agroalimentario y pesca, así como organismos internacionales. Cuatro décadas de apoyo al sector empresarial La Cámara de Comercio de la República de Cuba constituye, por sus funciones y objetivos de trabajo, un soporte de incalculable valor para los empresarios cubanos y para los extranjeros que establezcan vínculos comerciales y de negocios con Cuba. Cuando se funda la Cámara de Comercio en 1963, tiene entre sus principales funciones la de gestión y registro de marcas y patentes, trabajo que en la actualidad asume el bufete Lex S.A., adscrito a la institución desde 1994. Durante los primeros años de existencia fueron consideradas bajo sus auspicios la participación de Cuba en importantes ferias internacionales y la organización en el país de exposiciones de diversos países, imprescindibles para el fomento de las relaciones comerciales y de intercambio. A partir de la década del 70 comienza una etapa de consolidación, en la que se afilió a importantes instituciones internacionales promotoras del comercio y se organizaron comités bilaterales con empresarios de diversos países. Sin embargo, la etapa más reciente ha caracterizado a la Cámara de Comercio de Cuba por un ritmo acelerado de crecimiento y desarrollo, por lo que se ha incrementado la cifra de afiliados, hasta contar al cierre del pasado año con 832. Su amplia estructura abarca en la actualidad delegaciones en todos los territorios del país por zonas geográficas, y su experiencia le ha permitido crear secciones para agrupar a las empresas según su perfil profesional. Esa institución autónoma y de funciones públicas, tiene como objetivo fundamental contribuir al desarrollo económico y comercial del país, además de apoyar al sector empresarial, que se une a ella en calidad de entidades asociadas, entre las que se agrupan de forma voluntaria las empresas cubanas, productoras y de servicios, así como las mixtas. En sus 40 años de existencia ha sido factible su aporte a las exportaciones cubanas, buscando el espacio de las empresas locales en mercados foráneos y además, contribuyendo a apoyar la actividad de formación empresarial, mediante los Planes Camerales y la presencia de productos cubanos y misiones empresariales en el exterior. De igual forma organiza en fronteras, importantes ferias, como las de La Habana y ExpoCaribe, espacios imprescindibles para la promoción de los productos cubanos y nuevos fondos exportables. El acercamiento del empresariado cubano a otros mercados es posible a través del Eurocentro de Cooperación Empresarial Cuba, que tiene su sede en la casa matriz de la Cámara de Comercio y brinda oportunidades de negocios a las entidades locales con sus similares de Europa. Más cerca en la geografía y por los tradicionales vínculos culturales, está El Caribe, al cual la institución cubana sigue muy de cerca en sus relaciones con las naciones que lo integran. De ahí que ha dado pasos importantes al afiliarse a prestigiosas organizaciones regionales. Sus servicios jurídicos, de información, publicitarios, informáticos, de capacitación profesional y de relaciones internacionales son muy estimados por el empresariado, tanto cubano como extranjero que se interese por negociar con Cuba. Cuatro décadas de gestión acumula en la actualidad la Cámara de Comercio, vista a los ojos del empresariado y del país como una institución capaz de promover el comercio, los negocios y las exportaciones.