El concepto Marca País
Hace mucho tiempo que el mercado demostró que las Marcas son en sí mismas la mejor creación en el terreno del marketing. Pocas veces un sólo nombre basta para evocar los ambientes y cualidades de un producto como lo hace una buena Marca.
También el concepto Marca País cumple en buena medida este requisito de nombrar el todo con apenas hacer referencia a una parte; despertando en nuestras mentes con la sola mención a las raíces, todo el modo de hacer, las sutilezas y el universo que distingue a las creaciones espirituales y materiales del hombre.
Apropiarse de estos valores y hacer del Caribe una Marca Región puede ser un camino interesante para los países de esta área geográfica que anualmente acuden a las ferias internacionales de turismo con sus propuestas de destino; tratando de posicionarse en un espacio donde lo singular y lo auténtico adquiere cada día mayor valor en medio de servicios e instalaciones globalizadas y estandarizadas.
El escenario caribeño y americano, con todos sus extraordinarios valores naturales y sus magníficas playas, está obligado hoy más que nunca a salirse de la camisa de «sol y playa» que se le ha (o se ha) impuesto como una etiqueta. Redescubrirse y defender la diversidad cultural creada, pasando por el prisma de lo tangible y lo inmaterial que en muchos lugares alcanza la alta categoría de Patrimonio Mundial, tiene que ser parte de esta estrategia.
Su origen étnico precolombino, sus múltiples culturas autóctonas, los grandes espacios monumentales de la etapa previa a la colonización, el diverso modo de sus artesanías, las ciudades que guardan la herencia hispánica, el valor de sus paisajes y las comunidades indígenas donde se conservan sus modos de vida y construcciones -que hoy llamaríamos ecológicas-, los cantos, danzas, comidas y tradiciones religiosas que integran su folclor… deben formar parte de esa búsqueda de Marca País con todo el concepto plural y único, singular y a la vez diverso que puede ofrecer el Caribe.
José Carlos de Santiago