Un Museo para Servando
Así lo definía, en 1964, aguda y sagazmente, la notable ensayista y crítico cubana Graziella Pogolotti. Servando Cabrera Moreno (La Habana, 1923-1981), en los casi 58 años de fecunda existencia –malograda prematuramente- cumplió un tránsito vital donde pintar y viajar se presentan como las dos grandes pasiones que nutrieron y alentaron su rica biografía. Realiza estudios de Filosofía y Letras, Arquitectura y Pedagogía en la Universidad de La Habana, que abandona para dedicarse plenamente a la pintura, su gran vocación.
Se titula como Profesor de Dibujo y Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes “San Alejandro”, donde obtiene premios en diversas disciplinas. Con apenas 17 años participa por primera vez en el XXII Salón de Bellas Artes de La Habana y a los 20 realiza su primera exposición personal –Retratos de Carbón- en el prestigioso Lyceum Lawn Tennis Club de la capital cubana, dando paso a lo que la prestigiosa ceramista y museógrafa cubana Marta Arjona ha definido como “el comienzo de un camino de varias estaciones, que no se detendrá hasta su muerte”. Academia, Guajiros del Mégano, Abstraccionismo y Juguetes, Milicias Campesinas, Expresionismo y Erotismo –apunta la Arjona- son ciclos que caracterizan el conjunto de su obra, y también cada una de las etapas que lo identifican, y que forman el gran conjunto de este artista que nos ha legado un patrimonio imperecedero de la cultura cubana.
Servando Cabrera se abrió al mundo. Viajero empedernido, se nutrió del arte que se hacía en otras tierras y de ello nos dejó su personalísima visión en la colección de soberbios dibujos que dan fe de sus andanzas, y en las numerosas piezas de arte popular y decorativo que atesoró, frutos de sus frecuentes periplos por grandes metrópolis y humildes parajes. En 1946 viaja a Canadá para ampliar estudios y recorre distintos países de Europa; continúa el aprendizaje en The Art Student's League de Nueva York (1947), en Francia y España, país donde reside varios años; una beca del Instituto Cubano-Español (1949) lo lleva a España, Francia, Holanda, Italia e Inglaterra; en 1951 hace un viaje de investigación artística a México; estudia en La Grande Chaumiére de París (1953); en 1961 realiza una gira de 8 meses por Europa y los países socialistas; viaja en misión cultural (1962) a Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y la URSS y en 1978-79 realiza un recorrido por España, Italia, Austria, Suiza, Liechtenstein, Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Inglaterra, Portugal y Francia. A lo largo de su vida, realizó numerosas exposiciones de su obra tanto en Cuba como en el extranjero, y obtuvo medallas de oro, plata y bronce en distintos salones y otras distinciones, entre las que sobresale la Primera Mención en el VIII Premio Internacional de Dibujo Joan Miró (1969), Barcelona, España.
El Museo La céntrica y hermosa avenida Paseo del barrio del Vedado en la capital cubana, notable por sus monumentales residencias, acoge la sede del Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno. En una mansión ecléctica construida en la segunda década del siglo XX, se encuentra instalado el más completo conjunto expositivo y documental dedicado al gran maestro de la plástica cubana contemporánea, luego de una sustancial transformación que permite, con las más modernas técnicas museográficas, exhibir y promover la vida, la obra y las colecciones personales del artista.
El museo se nutre de la rica colección existente en la residencia de Cabrera Moreno, excepto dos obras, en calidad de préstamo, propiedad del Museo Nacional de Bellas Artes, por ser representativas de un período importante. Al ocurrir su fallecimiento, la colección, que se completa con las piezas de arte popular y arte decorativo, quedó en depósito en manos del estado cubano en espera de un lugar adecuado para exponerla, dado el gran volumen de la misma. Es así como surge la iniciativa de Alfredo Guevara de reunir todo ese legado en un museo, que apoyada por el Consejo de Estado, el Programa de la Batalla de Ideas y el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, ahora culmina, y permitirá a todo nuestro pueblo y a quienes nos visiten admirar la obra de este gran artista.
La edificación, rodeada de árboles y jardines, presenta en sus dos plantas, 9 salas donde el visitante podrá recrear el ámbito en que vivió el pintor y sobre todo, admirar sus obras. En las cuatro del primer nivel se encuentran: Ambiente Familiar, donde el artista desarrollaba su vida y obra, con cuadros inspirados en su familia, así como muebles, objetos personales y familiares que nos recuerdan su cotidiano vivir; Taller del Artista, con obras de diferentes temáticas pintadas en los últimos años, junto a óleos inconclusos y sus utensilios de trabajo; la Sala Transitoria que muestra pinturas de importantes artistas cubanos –muchos de ellos sus amigos- que él atesoraba; Servando Coleccionista, espacio donde se exhiben piezas de arte popular y artes decorativas reunidas por Servando en sus innumerables viajes, que evidencian su visión como coleccionista así como la heterogeneidad temática y geográfica de lo expuesto.
Las cinco salas del segundo nivel están dedicadas por entero a sus obras: Dibujos; Servando en Tres Tiempos; Presagios; Arte Erótico, 1974-1979 y Arte Erótico, 1981. Estas salas, nos dice Nieves Leonard Pic, “resumen una auténtica, nacional y trascendente sensualidad en la que se conjugan el oficio académico de sus dibujos; las influencias de la síntesis picasiana; la fuerza épica de su realidad pujante; la fragmentación de los cuerpos y el desbordante lirismo de lo erótico”.
El museo se completa con la Biblioteca especializada en arte y con un amplio archivo fotográfico del artista; el Jardín de las Esculturas, un proyecto anexo, con obras de jóvenes escultores cubanos de primera línea, además de albergar un gran mural de cerámica de Marta Arjona y una pieza escultórica de Rita Longa, así como un Salón de Conferencias, dedicado igualmente a ciclos de filmes y documentales en vídeo, que servirá también para exposiciones.
Dedicado a conservar y reafirmar la memoria de la cultura cubana, el Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno es un nuevo espacio que enriquece la vida espiritual de los nacidos en esta Isla, y de aquellos que, provenientes de otras latitudes, se acerquen a conocer el notable legado cultural que atesora la capital de todos los cubanos.