AGUA: Puerto Vallarta es agua, es mar, es su vida, su alimento, lo que corre por sus venas. Este mar bravo y poderoso arrulla muchos momentos de la vida de cada habitante, nos divierte, nos pone melancólicos, nos refresca, nos llena.

MONTAÑA: Las montañas rodean Puerto Vallarta y es imposible no sentirse arropada e hipnotizada por ellas. Solo hay que levantar los ojos, respirar profundo y rendirse a sus pies, a sus colores y a su fuerza.

CIELO: Los cielos nunca son iguales; azulados, brumosos, brillantes, rosados, con mil colores en el atardecer, estrellados y con lunas soñadoras. También por ellos vuelan pájaros que recortan sus perfiles. El cielo de Puerto Vallarta te obliga a levantar la cabeza para admirarle.

PALMERAS: Majestuosas, pueblan el malecón y el paseo de los hoteles, las montañas y alrededores. Son compañeras inseparables, pobladoras silenciosas y elegantes, a veces iluminadas, siempre un regalo.

SUELO EMPEDRADO: Cada vez que caminas lo sientes, se adhiere a ti y ya es parte de tu vida cotidiana. Te obliga a elegir zapatos y te ayuda a no olvidar que estás en un pueblo. Es su encanto y su piel.

MALECÓN: El malecón es la actividad principal de este pueblo. Mañana con sus brisa de primera hora, el sol ardiente del centro del día, colores pastel del atardecer y noche con luces de colores en el cielo; cualquier momento es un imán para estar allí, nada más hermoso que estar en él y disfrutarlo.

CÚPULAS: La cúpula es el elemento arquitectónico y visual que representa Puerto Vallarta. Guillermo Wulff lo introdujo y se ha convertido en una constante en casas y centros comerciales, proyectándose en el horizonte del pueblo.

PUESTOS DE COMIDA: Que sería de nosotros sin ellos, de madrugada en el desayuno o a mediodía, son el reposo del guerrero: jugos, frutas, tacos, quesadillas…. Los hay deliciosos, si no los prueba no sabrá qué es el auténtico sabor mexicano.

VENDEDORES: Protagonistas indiscutibles de las playas, como playa de los muertos o plazas. Vendedores de “todo”: mantas, aceites de coco, plata, tatuajes o dulces. Vestidos de blanco caminan y caminan para que a nadie le falte nada en este pueblo.

MARIACHI: México es música, se respira, te impregna, está por todas partes, en casa, en la playa, cuando paseas. Notas alegres, tristes o abandonadas corren por las calles y te llegan al corazón. El mariachi es de este Estado, de Jalisco, y es toda una forma de ser y entender la vida.

TEQUILA: Estamos en Jalisco, la cuna del tequila, fruto del agave azul, que es ya bebida universal. Bebida mágica usada para olvidar las penas mientras canta un mariachi o para deleitarse con su intenso sabor poco a poco o en locas noches. Sola o mezclada es el sabor de México.

JOHN HUSTON: A su decisión de rodar La noche de la iguana, debe Puerto Vallarta su fama mundial y su desarrollo como destino turístico internacional. Animado por su amigo el arquitecto Guillermo Wulff, eligieron Mismaloya para el set y ya nunca más éste volvió a ser lo que era.