Felicidad completa
Perú, impresionante país. Con cerca de 90 microclimas, 4 000 especies de mariposas y con una gastronomía de las más diversas del mundo con 500 platos típicos, atesora en sus 24 departamentos una riqueza histórica, arquitectónica, natural y cultural envidiable que lo convierten en un destino turístico por excelencia. Quizás los sitios más visitados entre los viajeros que llegan al «ombligo del mundo» —según la traducción quechua de Perú— son Machu Picchu, el Lago Titicaca, el Valle del Colca y las Líneas de Nazca, entre otros. Sin embargo, esta nación andina es un paraíso de extremo a extremo.
Los más atrevidos llegan hasta Áncash, cuya capital es Huaraz y donde se pueden encontrar nevados, lagunas, valles y playas fascinantes. El Jerupaja, el Jirishanca, el Rondoy, el Rasac y el Ninashanca, encierran retos soberbios para alpinistas; los curiosos pueden deslumbrase con sitios arqueológicos como la Cueva del Guitarrero en Yungay o las lagunas de Llanganuco; y los audaces incluyen en su agenda el canotaje en el río Santa, los circuitos de trekking (excursionismo) y el senderismo por la cordillera Huayhuash.
Degustar los platos típicos de Áncash, preparados con carne de cuy, aves, cerdo y ovinos, es un deleite merecido. Asombran al turista la patasca, el puchero, los tamales, nogales, rosquitas bañadas y las bebidas como la chicha de jora o maní y caliche (que se prepara con agua caliente, hierbas aromáticas, alcohol y limón).
Si Perú es el destino elegido para unas vacaciones, tampoco puede ignorarse la zona de Loreto, el más vasto departamento del país, cuyos principales encantos son el río Amazonas, la diversidad de tribus que en su entorno habita y la vegetación fabulosa que le rodea.
Después de recorrer la zona colonial de Iquitos, apreciar las artesanías de su boulevar, probar platos como la ensalada de chonta o palmito, el inchicapi (sopa de gallina con maní, culantro y yuca), el timbuche (caldo concentrado a base de pescado y culantro), la patarashca (pescado envuelto en hojas de bijao y asado al fuego), el juanes (masa de arroz al palillo con trozos de pollo, envuelta en hojas de bijao y cocida al vapor) y beber aguajina, chapo, shibe, huitochado, entre otras bebidas exóticas, el visitante no puede dejar de aventurarse en un viaje en bote por la selva, visitar Pinpiltuwasi, la Casa de las Mariposas, o recorrer uno de los puentes colgantes que, a 40 m de altura, te ofrecen una vista espectacular.
Siguiendo la ruta de las experiencias emocionantes, al norte de Perú, está el departamento Amazonas, cuya capital es Chachapoyas y que reúne un patrimonio arqueológico increíble encima del Valle del Río Utcubamba, en los mausoleos de Revash, en el museo Leymebamba y en Anguyo Alto.
Los naturalistas se deleitarán en la catarata Yumbilla, una de las más altas del mundo, y en las de Chinata y Pabellón, con el hábitat natural de especies animales y vegetales sorprendentes, al que se suma el Paraíso de las Orquídeas, donde se encuentran más de 2 500 variedades de esa flor. Y tanta diversidad se disfruta mucho mejor si se acompaña con platos típicos basados en plátanos, yuca y pescados de río como el paiche, sábalo, bagre, palometa e incluso pirañas.
No obstante las rutas trazadas en las guías turísticas y el reconocimiento a Perú en los World Travel Awards (WTA) 2018 como el Mejor destino cultural del mundo, el Mejor destino culinario del mundo y el de Mejor atracción turística, no hay disfrute como aquel que puede trazarse uno mismo desandando el mundo.