La sostenibilidad es clave para el turismo caribeño.

En el Caribe, la industria de los viajes genera el 13 % de su Producto Interno Bruto, da empleo a más del 15 % de su población laboralmente activa y sus éxitos internacionales están sustentados en la belleza y conservación de sus escenarios naturales. Es en ese punto donde se funden responsabilidad y sostenibilidad, como únicas garantías para el futuro turístico de la región.

La seguridad económica del Caribe puede estar bajo amenaza, y frente a esa realidad el concepto de turismo sostenible toma una dimensión de voluntad política multilateral, que ha conducido a acciones comunes para preservar sus recursos naturales, con proyectos de desarrollo turístico que no sean cómplices del cambio climático, ni tengan efectos depredadores. Al hablar sobre este tema en una intervención especial en el XIX Congreso Interamericano de Viajes, celebrado hace unas semanas en San Salvador, Hugh Riley, secretario general de CTO, recordó que el turismo en el Caribe –región donde viven 40 millones de personas– es responsable por uno de cada nueve empleos y representa hasta el 70 % del PIB para algunos países miembros de esa organización, que reúne a 32 gobiernos y entidades del sector privado. El turismo sostenible –incluido en los estatutos de la organización hace más de dos décadas– es definido por CTO como «el óptimo uso de los recursos naturales, culturales, sociales y financieros para el desarrollo nacional sobre bases de equidad y de auto-sustentabilidad, para ofrecer una experiencia única al turismo y una cada vez mejor calidad de vida a la población a través de la asociación entre gobiernos, el sector privado y las comunidades», subrayó. En sus palabras recordó la cita de la tribu Cree que recientemente le envió un amigo: «Sólo después de que el último árbol sea cortado, sólo después de que el último río sea envenenado, sólo después de que el último pez sea capturado, sólo entonces nos percataremos de que el dinero no se come». Al comparar las estadísticas con las de otros destinos internacionales, salta a la vista que el Caribe es la región del mundo más dependiente del turismo. «Ello, acotó Riley, quiere decir que cualquier reto que amenace la sostenibilidad de la industria turística, presenta al Caribe una amenaza más severa que a cualquier otra región del planeta». Esos retos, explicó, pueden ser naturales o de origen antropogénico. «Algunos están más allá de nuestro control, pero otros están dentro de nuestras posibilidades de moldearlos y convertirlos en oportunidades y ventajas. «Todos en esta industria están conscientes de los peligros que representan las inundaciones, los huracanes, las erupciones volcánicas, los terremotos.» Y subrayaba: «Igualmente conocemos los peligros que implican el crimen, la inestabilidad social y política; el terrorismo, los impuestos y las enfermedades transmisibles», para después llamar la atención sobre la necesidad e importancia de disponer de mecanismos inteligentes para enfrentar desastres naturales, monitorear los efectos posibles del cambio climático y la protección de los ecosistemas. «Esto significa luchar contra la ignorancia, educar, develar a los pueblos los peligros reales que pueden derivarse de la actuación irresponsable en materia de desarrollo turístico, una industria muy resistente pero, también, muy vulnerable.» A propósito, Riley sentenciaba: «no podemos discutir provechosamente el involucramiento de nuestras comunidades en el turismo sin comprender nuestra responsabilidad fundamental para enseñarles acerca del turismo. «Al hablar de educación no me refiero a hacer un trabajador del turismo a cada ciudadano de las Américas. No me refiero a enviar a todos y cada uno de nuestros más brillantes ciudadanos a una institución para conocer los aspectos técnicos de la planificación y la dirección del turismo. Hablo de llegar a la gente, a las escuelas primarias y secundarias; y estimular el poder de esas mentes jóvenes a una muy temprana edad de la vida, haciéndoles entender con claridad el rol que tienen en el éxito de esta industria.».