Un SI a los pies del Caribe
Son varios los destinos turísticos que en esta zona geográfica atesoran ya una invaluable experiencia en ceremonias nupciales. Pero cancún, Jamaica, cuba, República Dominicana y aruba llevan una buena ventaja.
Playas solitarias y vírgenes, embarcaciones confortables y bien equipadas, exuberantes parques naturales, lagunasacondicionadas para la ocasión, pequeñas grutas, e incluso el mundo bajo las cálidas y cristalinas aguas caribeñas, resultan sitios apropiados para darse el «sí» más comprometedor de la vida.
aunque para quienes prefieren la formalidad no faltan las capillas y locales especialmente construidos en algunas instalaciones hoteleras con estos propósitos. las nupcias —claro está— pueden ser católicas, civiles o sin denominación; con ritos africanos incluidos, o a la usanza antigua. incluso, hasta un poco más complicados, como los llamados casamientos hindúes, con bastante frecuencia celebrados en el caribe mexicano y que se prolongan durante casi una semana.
Lo cierto es que cada ceremonia nupcial en el caribe está impregnada de un hálito inconfundible de romanticismo y sensualidad, elegancia y espectacularidad memorables y, por qué no, también de incuestionable exclusividad.
Pero no solo cuenta en esto los dones naturales del destino; para garantizar que el sueño de la pareja sea realidad, en cada uno de los lugares mencionados un personal especial y altamente calificado asiste a la pareja hasta en los más mínimos detalles. Todo comienza a engranarse justo a partir de que los novios manifiestan su interés por celebrar allí su matrimonio.
Desde el arreglo floral y la elección del sitio ideal para la ceremonia, el formato de las invitaciones y el traje más conveniente para la ocasión, hasta la música que dará un toque auténticamente caribeño a la celebración. También, el menú para los invitados o el que degustará la pareja en una cena totalmente romántica y solitaria a la luz de la luna, o en un sitio desde donde pueda percibir —con los ojos y el corazón— la más clara señal de que en el caribe le fue entregada la más suprema prueba de amor.
La experiencia de una boda maya.
En destinos como Cancún, Isla Mujeres, Cozumel y Xcaret van ganado notoriedad las bodas maya, que por lo general se realizan frente a la playa o en algún sitio arqueológico (previa obtención de un permiso), e incluso frente a algunos cenotes ocultos en la selva. La tradición dicta que previo a la celebración de las nupcias el futuro esposo obsequie a la novia un «muhul» (paquete de regalos compuesto por una cadena de oro, listones para el cabello y un huipil o traje típico de la región), y que posteriormente ambos tomen un baño de temascal (baño de vapor de tradición indígena), el cual les ayudará a relajarse.
El día de la boda ambos deben lucir de blanco y ésta debe realizarse entre el humo del copal (resina considerada sagrada para purificar el ambiente), flores, velas y varias antorchas. Delante de los novios, el chamán (hechicero) o sacerdote maya, convocará a los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego, para que su presencia fortalezca y bendiga su unión durante muchos años.
Resort para el romanticismo
Considerado como el «resort más romántico del mundo», el Sandals Antigua se ubica en la impresionante Bahía Dickenson, la mejor y más famosa playa de esta pequeña isla caribeña. Durante cuatro años consecutivos, este Todo Incluido —merecedor del premio Diamante 5 Estrellas— resultó además el principal resort del mundo para lunas de miel.
El Sandals Antigua está impregnado del más auténtico ambiente de pueblo caribeño, las suites de categoría superior incluyen servicio de mayordomo y sus Rondovals (suites circulares) con piscinas profundas, constituyen un verdadero atractivo, al igual que su nueva Villa Mediterránea o sus cinco restaurantes de talla mundial incluidos.
También en Cuba, el Sandals Royal Hicacos Resort & Spa, en la cálida playa de Varadero, llenará de detalles y mimos su luna de miel. Exuberantes jardines y espejos de agua son el escenario de sus habitaciones. Un equipo profesional diseñará ofertas especiales para este evento. Lujo, delicadeza en los detalles y servicios de primera para enamorar a su pareja distinguen a este hotel.
De la mano de Sol Meliá
Una selección de 12 de sus mejores hoteles, ubicados en las principales regiones turísticas del país, pone a disposición de los futuros novios la División Cuba de Sol Meliá, que ofrece la posibilidad de celebrar la boda en las más disímiles locaciones. El traslado de la pareja de recién casados en carruajes tirados por caballos; regalos «Pasión Cubana» para los invitados, y otros servicios extras están también a disposición de los futuros contrayentes.