Empresa Flora y Fauna.
Pesca Ddeportiva en cayos del norte de Camagüey
En los esteros y canalizos al norte de Cayo Romano: Un paraiso mundial de la pesca deportiva de la palometa y otras especies de aguas someras.
or un instante, una leve sombra en las aguas transparentes indica al pescador que allí puede estar su día. El anzuelo zumba entre las raíces del mangle, rozando apenas el agua con la mosca de colores brillantes y tras él la espléndida palometa, vencida otra vez por el ingenio y la perseverancia del deportista. El extraordinario placer de dominar una especie temperamental y escurridiza como el sábalo, el macabí o la palometa, que encuentran refugio en aguas someras y cálidas, es una de esas emociones imposibles de contar y es el motivo por el cual este territorio ha ganado merecida fama. Aunque el sector camagüeyano del archipiélago de los Jardines del Rey también se conecta a tierra firme a través de una pintoresca carretera construida sobre el fondo marino, no ha experimentado el desarrollo turístico de otros cayos de la región. Sus playas de arenas finísimas y los indescriptibles tesoros de su naturaleza son por ahora el premio a quienes se enrolan en la aventura que le ofrecen las áreas protegidas administradas por Flora y Fauna en Cayo Romano y su pequeño vecino del Norte: Cayo Cruz. Allí se dispone de embarcaciones especializadas para la pesca a la mosca y de experimentados prácticos conocedores de los laberintos de esas aguas. A poco más de una hora en coche de la base de pesca de la Estación Biológica de Cayo Cruz, un espléndido chalet ofrece las comodidades y servicios necesarios tras un día tan intenso en un ambiente pintoresco y tranquilo. El Hostal Brasil ocupa el lugar de honor en el centro del extraordinario poblado de Jaronú –Monumento Nacional. Este pueblo de singular aspecto nórdico, albergó desde su construcción en los años veinte del siglo pasado a los técnicos del central azucarero Jaronú, rebautizado luego como Central Brasil. En torno a una plaza con amplios paseos, árboles frondosos, altas palmeras y fuente central, flanqueada por sendas hileras de casas similares, se levantan enfrentadas la Iglesia Católica y la majestuosa casa del antiguo administrador, hoy convertida en hostal de confortables estancias, exquisita comida criolla y trato familiar. Con el nuevo día la aventura se repite, y otra vez van al bolso los avíos y la cámara. El pez capturado habrá que liberarlo en su medio, pero sus recuerdos de este paraíso serán para siempre suyos. ¡Buena pesca!
Para más información diríjase a: ecoturhabana@yahoo.es