Ruta de los volcanes. Centroamérica
Cúmulo de maravillas en reducido territorio con ciudades coloniales junto a lagos y volcanes cubiertos de vegetación, culturas precolombinas aún vitales, uno de los mayores índices de biodiversidad del planeta, paisajes que van del cálido Caribe a los altos bosques nublados, tupidas selvas y ruinas mayas… una ruta con un poco de todo para deleitar al viajero.
Hace unos meses el volcán Concepción tuvo pico de actividad y arrojó más gases y cenizas que de costumbre. A la vista del humeante Concepción y su cercano gemelo inactivo, el Maderas, o ante sus semejantes de la región, el viajero siente la vivificante mezcla del pasmo ante tanta belleza, junto a la tensión de saberse a merced de esos conos de rocas, coronados por gorros de nubes y siempre al borde de sus peligrosos y sorpresivos «despertares». Pero esa sensación atrae cada vez más personas al istmo centroamericano, como ocurrió en esos días de inquietud del Concepción, en marzo de 2010, cuando a Ometepe, en Nicaragua, se movieron muchos turistas para observar lo que ocurría. Lo mismo sucedió en junio con la erupción del Pacaya, en Guatemala. Formada por dos volcanes y el puente que tendió entre ambos la corriente de lava en prehistóricas erupciones, Ometepe es la mayor isla del Lago de Nicaragua –llamado también Mar Dulce–, donde están Zapatera y los 36 islotes que componen el archipiélago de Solentiname. Un viaje allí comienza en el puerto de San Jorge, en Rivas; o en Granada, navegando en ferry o lancha, entre vendedores locales que ofrecen gaseosas, dulces y comida típica durante la travesía. Se desembarca en la ciudad de Moyogalpa, con el Concepción de fondo y a la vista de mujeres que acuden a lavar ropas sobre las piedras o niños que juegan en el agua. Hay taxis y se puede alquilar un auto o una motocicleta para recorrer la isla, pero muchos optan por el pintoresco bus amarillo que lleva a Altagracia, al otro lado del volcán. Tanto en Moyogalpa como en Altagracia hay hoteles y hospedajes confortables, restaurantes, guías especializados, bares, farmacias, cibercafés y servicios de salud. Hay muchos lugares por visitar, como la reserva natural de Charco Verde (con su laguna, monos congos y aves migratorias), pero Finca Magdalena es un lugar mágico: a unos kilómetros de la playa Santo Domingo, en las faldas del volcán Maderas, es una finca ecológica muy rústica, con cultivos de café y rodeada de petroglifos precolombinos. Desde ahí se puede observar el Concepción en todo su esplendor. La mejor hora es al atardecer, en una mecedora o una hamaca y degustando un café de la finca o una Victoria (cerveza nacional), con la vista de la cumbre cubierta por nubes y el toque multicolor de la vegetación en las faldas del volcán. Subir al Concepción o al Maderas exige resistencia física y no se permite hacerlo sin un guía local: algunos imprudentes terminan perdiéndose o cayendo en precipicios. Una ruta a elegir es la cascada del Maderas, siguiendo un trayecto que pasa por casas de los lugareños que viven en la selva del volcán, gente muy amable y siempre dispuesta a ayudar y a guiar e indicar cómo están los caminos. Una vez en la cascada, es hermosa la vista desde allí hacia arriba, entre la caída de agua y el verdor. Los senderos también llegan a la laguna del volcán, ubicada dentro del bosque poblado de aves y monos congos y cara blanca. Si se tiene ganas de playa, la de Santo Domingo ofrece buenas condiciones, con el Concepción de frente y detrás el Maderas, varios hoteles y restaurantes alrededor, y la posibilidad de realizar actividades recreativas como canopy o cabalgatas. Hay en la isla comunidades indígenas que ofrecen hospedaje en sus casas y desarrollan el agroturismo. La visita a Ometepe requiere al menos una semana. Se puede tomar una embarcación en Altagracia y visitar las islas de campesinos-pintores naif en Solentiname o seguir el curso del río San Juan, con escala en la ciudad de San Carlos (que recibe pequeños vuelos desde Managua) y pasando por aldeas fluviales hasta llegar a la hermosa localidad de Castillo, que recuerda la importancia de este río (desagüe del lago al Caribe) y permite contemplar las obras defensivas de la Inmaculada Concepción, un edificio castrense erigido en 1675 por los españoles para atajar las incursiones piratas desde el mar. Montañas humeantes Los volcanes, activos o no, están entre las principales atracciones turísticas de Centroamérica. Si la naturaleza lo determina, la Ruta Colonial y de Volcanes puede incluso permitir al viajero ver uno en erupción. En Nicaragua, el Cerro Negro –que hizo erupción por última vez en agosto de 1999– es popular entre los amantes de los deportes extremos, que bajan sus laderas deslizándose en tablas de snowboard. Cerca de Managua, el Parque Nacional Volcán Masaya, con su olla de lava hirviente, es aun más popular: es uno de los pocos volcanes en activo del mundo al que se puede acceder en vehículo, llegando prácticamente hasta el cráter. La lista de volcanes activos en el istmo incluye además al Turrialba, Irazú y Poás, en Costa Rica; San Cristóbal y Concepción, en Nicaragua; San Miguel, Santa Ana e Izalco, en El Salvador; y Santa María y Fuego, en Guatemala. En Costa Rica, el Arenal es considerado uno de los 10 volcanes más activos del planeta: su última gran erupción se produjo en julio de 1968, pero expulsa rocas y ceniza casi a diario, con erupciones menores periódicas como las de mayo de 2010 (tuvo otras en 1973, 1975, 1987, 1988, 1993 y 1999). Situado a 80 kilómetros al noroeste de San José, es el centro del parque nacional de igual nombre, con 120 km cuadrados, uno de los destinos preferidos en Costa Rica y sede de decenas de hoteles de lujo con exquisitos Spas, restaurantes, discotecas y otros servicios turísticos.
Ciudades, volcanes y otras maravillas La Ruta Colonial y de Volcanes transcurre a lo largo de la línea volcánica, entre Ciudad de Panamá y la histórica Antigua Guatemala, flanqueada por tres volcanes que también se pueden visitar. En el trayecto hay otras ciudades con altos valores patrimoniales, como Cartago, Liberia, Granada, León, Comayagua, Gracias y Colosuca. Además de volcanes y ciudades coloniales, el viajero tendrá a su alcance una larga lista de lugares, paisajes naturales y hechos culturales e históricos: paraísos como Bocas del Toro y Pedasí o las poblaciones indígenas de Kuna Yala, en Panamá; las ciudades de Tikal y Yaxjá, en Petén, el lago Atitlán o los garífunas del Caribe de Guatemala; el mundo maya en Copán o los tiburones ballena en Utila, Honduras; el Museo de las Huellas de Acahalinca, en Managua, un sitio donde quedaron petrificadas en lodo volcánico huellas de hombres, niños y animales huyendo de una erupción hace 6 500 años; el sitio arqueológico Joya de Cerén, en El Salvador; o la belleza virgen de Guanacaste, los centros termales y las opciones de pesca y aventura en los bosques de Costa Rica. Hay pocos campos de golf en el mundo rodeados de volcanes como el de La Reunión, a 15 minutos de Antigua Guatemala. Y hay pocos sitios como el Parque Nacional de los Volcanes, en El Salvador, formado por catorce volcanes que van desde el Cerro Grande de Apaneca hasta la caldera del lago de Coatepeque, donde se puede practicar buceo. Súmese a todo esto la pasmosa biodiversidad de la región, una de las mejores del mundo para la observación de aves; la mezcla de etnias y culturas, con la unión del mundo maya, de Europa y las migraciones afrocaribeñas; y los contrastes entre sus amplios espacios naturales y ciudades modernas de intensa vida cultural y de negocios… El colorido del quetzal y de los tejidos indígenas, los sitios arqueológicos y las ciudades aún por descubrir. Esta es una ruta que inevitablemente buscaremos una y otra vez.
Lanzada en 2007, la Ruta Colonial y de Volcanes atraviesa Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador; y ofrece al viajero dos puntos de entrada en las ciudades de Panamá y Antigua (Guatemala), sedes de las Audiencias Reales españolas de los dos sectores administrativos en que dividió la región la matrópoli: Guatemala (gobernaciones de Soconusco, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) y Tierra Firme o Castilla del Oro (gobernaciones de Panamá y Veragua). La Ruta sigue el trazado del antiguo Camino Real construido en la época colonial replicando los senderos indígenas, a lo largo de las cordilleras volcánicas de la costa pacífica, por donde hoy transcurre en amplios tramos la multinacional Carretera Interamericana, desde México hasta Panamá. Coordinada por la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana y el Consejo Centroamericano de Turismo, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, la Ruta requiere un mínimo de tres semanas para cumplir el recorrido total pero no impone un itinerario concreto, sino que se puede diversificar según las preferencias, posibilidades y tiempo del viajero. Así permite tanto un paquete multidestino de dos semanas como viajes flexibles para quienes prefieran tomarse más tiempo y conocer más a fondo uno o varios sitios. Además de volcanes activos, o extintos con lagos en sus cráteres y vegetación selvática en sus laderas, a lo largo de la ruta hay varios parques nacionales donde en muchos casos se ofrecen opciones como kayak, rafting, equitación, senderismo o ciclismo; y excursiones a lugares de alto valor histórico o patrimonial, en una región con numerosos sitios en la lista del Patrimonio Mundial natural y cultural.
Recientemente, la Secretaría de Integración Turística Centroamericana (SITCA) presentó la Guía Regional de la Ruta de Patrimonio Mundial de Centroamérica, que en 162 páginas propone recorridos de 16 a 21 días por 15 sitios de la región, desde Belice hasta Panamá, incluidos la Barrera de Arrecifes y el Blue Hole, el Parque Nacional de Tikal, Antigua Guatemala, el Parque arqueológico Ruinas Mayas de Copán, la Reserva de la Biosfera Río Plátano, las Ruinas de León Viejo, el Parque nacional Isla del Coco, el Parque Nacional de Darién, las fortificaciones caribeñas de Portobelo y San Lorenzo y el casco histórico de Panamá, junto a expresiones culturales como la lengua, la danza y la música de los garífunas (Belice, Honduras y Nicaragua).