La expansión de la industria petrolera cubana tiene hoy entre sus bases primordiales los aportes de la Alternativa Bolivariana paras Las Américas (ALBA), proyecto integracionista que coloca en un primer plano los objetivos sociales y presupone verdadera complementación económica.

El sector energético de esta isla, comprometido en un intenso programa de reordenamiento a favor de la eficiencia y el ahorro, estimula la búsqueda de petróleo nacional como opción válida ante el firme encarecimiento de ese recurso en el mercado internacional. El aprovechamiento de los recursos propios surge como alternativa necesaria para impedir que el aumento de la factura energética perjudique el programa de desarrollo del país.

MÁS PETRÓLEO La producción de crudo y gas ha crecido sistemáticamente en los últimos años como consecuencia de la política aplicada por el gobierno en este terreno. En el 2000 el país alcanzó un volumen de extracción récord, de 2 695 000 toneladas de petróleo y 574 000 000 metros cúbicos de gas, equivalentes a 530 000 t de petróleo. No obstante, la producción de este recurso, muy por debajo aún de las necesidades nacionales, se mantiene en ascenso. Tan solo en el primer cuatro trimestre de este año alcanzaba un 1 244 000 toneladas, mientras se trabaja en la búsqueda de nuevos pozos y se amplia la cooperación en este terreno. Los planes de desarrollo de la extracción de crudo permitieron elevar la refinación y evitar, al mismo tiempo, el egreso de altas sumas de dinero que hubiera sido necesario dedicar a importaciones de hidrocarburos.

La presencia de compañías foráneas en trabajos de prospección y explotación de yacimientos de crudo, aportó la tecnología necesaria para elevar la eficiencia y productividad en la extracción de hidrocarburos. Con ese propósito se adquirieron potentes máquinas perforadoras y contrataron servicios de gran especialización, lo cual permitió confirmar la presencia de petróleo y gas a varios kilómetros de la costa. De esta suerte, mediante modernas técnicas que permiten desde tierra el acceso a yacimientos ubicados en el mar, se pudo perforar un pozo en la zona de Varadero por la empresa Cuba Petróleo (CUPET) y la compañía canadiense Sherrit Oil and Gas Internacional. Según expertos, la producción diaria de este yacimiento encontrado recientemente, denominado Varadero-736 cost, debe llegar a los 1 400 barriles, para de esta manera contribuir a un mejor aprovechamiento de los recursos naturales del país. Con una inversión cercana a los 6,5 millones de dólares, su amortización se espera alcanzar en un año.

Uno de los elementos de la estrategia a corto plazo de la industria petrolera cubana es lograr perfeccionar los pozos inclinados, desde tierra hacia el mar, de hasta 5 500 metros de longitud. Ya en la década de 1990 se contrataron servicios altamente especializados que conllevaron a la introducción de tecnologías más modernas y se lograron perforaciones de más largo alcance, lo que confirmó la presencia de hidrocarburos a varios kilómetros de la costa. Posteriormente, a tenor con los resultados, surgió la necesidad de perforar pozos más largos como solución técnica y económica para explotar esa acumulación de hidrocarburos que se encuentra costa afuera.

AGUAS PROFUNDAS La perspectiva de un hallazgo significativo de petróleo en las aguas cubanas del Golfo de México, despierta un creciente interés entre compañías líderes en la búsqueda de ese recurso, cuyo consumo mundial se incrementa y tiende a encarecerse. Desde que en 1999 la nación caribeña abriera su Zona Económica Exclusiva, a las exploraciones a riesgo, a cargo de las compañías líderes mundiales, un grupo de estas comenzó a manifestar su interés en esa área geográfica.

Actualmente operan seis importantes firmas internacionales en esta zona, y recientemente se incorporó a la exploración la empresa india ONGC Videsh Limited (OVL), que en septiembre suscribió en La Habana un contrato con ese fin. En virtud del documento, esa compañía, una de las líderes mundiales en la producción petrolera en aguas profundas, llevará a cabo la búsqueda y explotación de hidrocarburos que se descubran en una superficie de 4 300 kilómetros cuadrados de las aguas pertenecientes a Cuba en esa área del Golfo de México. La firma india participará en la producción compartida con CUPET en los bloques 34 y 35 de esa zona, ubicada en la porción occidental del archipiélago. Tras suscribir el contrato, R.S. Butola, gerente general de OVL, significaba que su empresa estaba dando un paso más directo para potenciar el descubrimiento de hidrocarburos en la Isla, pues desde hace meses trabaja junto a la española Repsol y la noruega Works Hydro, en seis bloques, también en aguas profundas. Para esa empresa petrolera, que actualmente desarrolla 24 proyectos en 14 países, Cuba es una oportunidad para operar, tener resultados y adentrarse en la región. En esa ocasión, la ministra cubana de la Industria Básica, Yadira García, explicó: «el nuevo negocio resulta mutuamente beneficioso, y debe apreciarse dentro de las concepciones de la Revolución Energética, pues aunque se obtengan éxitos en los estudios y en las producciones de petróleo y gas, el ahorro seguirá siendo nuestra principal fuente de energía». La titular también destacó un principio esencial en los contratos firmados por la isla con las compañías foráneas: «Todos protegen los derechos de Cuba sobre sus importantes recursos naturales y ofrecen las necesarias garantías legales para que nuestros socios obtengan los beneficios esperados».

PERSPECTIVAS EN LA REFINACIÓN Amparados en el ALBA, CUPET y Petróleo de Venezuela S.A. (PDVSA), suscribieron recientemente un acuerdo para la rehabilitación de la Refinería de Cienfuegos, en el centro del país, a fin de aprovechar las capacidades de procesamiento instaladas. Se espera que los trabajos de remodelación que ejecutan ambas naciones en la instalación posibiliten que procese sus primeros barriles dentro de un año. Esa acción tiene gran importancia, considerando la insuficiente infraestructura de refinación de crudo en la región y el mundo.