Cuba, país anfitrión por excelencia, nuevamente acoge en su capital la XXIV Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2006, que promete superar a ediciones anteriores por la cantidad de países, empresas y el monto de negocios concertados, en un encuentro entre empresarios foráneos y criollos, que deviene en momento importante para nuevos contratos, pero también para el intercambio de experiencias y el balance de acuerdos ya suscritos.

La Feria Internacional de La Habana es, sin dudas, una de las citas comerciales más importantes del área. Basta recordar, por solo citar un ejemplo de su importancia, que en su versión anterior FIHAV contó con la presencia de 1 900 compañías de 43 países, y se concertaron negocios que superaron los 400 millones de dólares.

La cita se ha convertido, sin dudas, en el espacio más importante de concertación de negocios en la Isla y el Caribe, a la vez que en vitrina para mostrar las producciones nacionales de cara al exterior, y tocar de primera mano lo más avanzado en materia de tecnologías, productos y servicios que hay en el mundo comercial.

Cuba, un país que cada vez se abre más al comercio con otras naciones, precisa de eventos de este tipo para mostrar lo que es capaz de lograr, y para interactuar con lo que el mundo puede aportarle para su desarrollo.

A pesar de ser un pequeño mercado, Cuba es el mayor del Caribe, con once millones de habitantes e industrias como el turismo, el níquel y ahora también el petróleo, donde se abren oportunidades para la inversión y el intercambio.

El Grupo Excelencias, que en esta ocasión dedica su edición 11 de la revista Excelencias Especial Cuba a la celebración de esta XXIII Feria Internacional de La Habana, está convencido que este evento, una vez más, será un éxito para el pueblo cubano en su constante búsqueda de nuevas vías para garantizar su desarrollo y bienestar.

José Carlos de Santiago