Cuba es fundador del Movimiento de Países No Alineados y fue sede de su VI Cumbre en 1979.
Abelardo Moreno, Viceministro de Relaciones Exteriores de la Républica de Cuba.

Es imprescindible revitalizar los No Alineados

El éxito del Movimiento de Países No Alineados está en establecer acciones concretas de cooperación y concertar posiciones comunes en la arena internacional, afirma Abelardo Moreno, viceministro cubano de Relaciones Exteriores

Revitalizar el Movimiento de Países No Alineados, concertar posiciones entre sus 116 países miembros en la arena internacional, así como definir acciones concretas de cooperación entre ellos, especialmente en áreas como la alfabetización, la salud y el ahorro energético, son algunos de los objetivos a concretar por Cuba a partir de que asuma en septiembre del 2006 la presidencia de los MNOAL en su XIV Cumbre.

Así afirmó en declaraciones a Excelencias Especial Cuba, Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores de la Isla, quien agregó que se espera que asistan al menos cincuenta jefes de Estado o de gobierno a la cita de La Habana.

Hasta ahora Malasia presidía el MNOAL. Ahora asume Cuba.

Nosotros somos un país fundador del Movimiento de Países No Alineados, pues nos incorporamos a este en su primera Cumbre en 1961. Desde entonces Cuba ha sido un activo participante en sus actividades.

«Hemos creído siempre que es imprescindible en todas las circunstancias que haya un movimiento político fuerte de los países del Sur, de los países del Tercer Mundo, que les permita llevar adelante sus propias posiciones desde el punto de vista político, económico, social, para ser parte integrante y prominente de las relaciones internacionales contemporáneas.

«El Movimiento durante muchos años cumplió ese objetivo. No obstante, ya con el derrumbe del campo socialista y de la Unión Soviética lógicamente se produjo un cambio en la correlación de fuerzas en el mundo y eso trajo aparejado un declive de su actividad internacional. A partir del momento en que Malasia asume en el año 2003 la presidencia, se evidencia una intención de revitalización.

«Precisamente para Cuba el objetivo central durante su mandato, que se extenderá hasta septiembre del 2009, es consolidar los principios que rigen la actividad de los No Alineados, definir los desafíos que vamos a enfrentar durante estos tres años de presidencia, y diseñar una clara estrategia de sus miembros para enfrentar las difíciles condiciones del mundo de hoy».

«También trabajaremos para que en la Cumbre se apruebe un diseño de cómo operaría la cooperación en las esferas de la alfabetización, la salud, el uso racional de las energías».

¿Esas serían acciones concretas a desarrollar por el MNOAL? Y otras muchas. Los miembros del Movimiento pueden adoptar acciones concretas de todo tipo como resoluciones a presentar ante la Asamblea General de Naciones Unidas o medidas para lograr posiciones comunes ante temas como la deuda de los países subdesarrollados.

«Si queremos revitalizar el MNOAL hay que lograr concretar acciones, porque esas serán las únicas que le darán la visibilidad necesaria en la arena internacional y especialmente podrán convertirlo, sobre todo en el marco de las Naciones Unidas, en un contrapeso a las iniciativas que presentan las naciones industrializadas.

«En pocas palabras, nuestra intención es que el Movimiento sea cada vez más proactivo y menos reactivo.

O sea, que no solo nos concretemos a reaccionar ante las propuestas de otros, sino que también tengamos las nuestras».

¿Y eso se podrá lograr con intereses tan disímiles de sus países miembros? Independientemente que el movimiento está compuesto por países con niveles de desarrollo, intereses y alianzas muy diferentes, hay que hacer un gran esfuerzo por lograr posiciones comunes.

La principal fuerza que tiene el MNOAL es su número. Son 116 países, casi las dos terceras partes de los miembros de las Naciones Unidas. O sea, que es una gran fortaleza.

¿Estas intenciones no contradicen otros proyectos de integración como la Alternativa Bolivariana para las Américas? Al contrario, se complementan. El ALBA incentiva mecanismos de verdadera cooperación entre países latinoamericanos y caribeños, sobre la base de que hay que darle un trato diferenciado de acuerdo a sus niveles de desarrollo y recursos, para unirlos y potenciarlos en beneficio del colectivo.

«Si eso se puede hacer en el marco de América Latina y el Caribe, hay que tratar de lograrlo también con países de otras partes del mundo.

Lo que debemos hacer es buscar en el marco del MNOAL mecanismos para que esto funcione».

¿No corre el riesgo de que se piense que Cuba quiere tilizar el Movimiento para sus intereses de política exterior? Nosotros no tenemos la intención —y esto debe quedar bien claro— de utilizar al MNOAL para llevar adelante nuestra política exterior. Lo que queremos hacer es revitalizarlo para que lleve adelante su política exterior, que es la política concertada entre todos los países miembros.

«Las líneas de política exterior de Cuba son muy claras y se definen en unas cuantas palabras: solidaridad, unidad, justicia, soberanía, no uso de la fuerza, no coacción, desarrollo e independencia nacional.

Cada una de estas palabras define un principio, que son los mismos que han regido la política exterior cubana desde el triunfo de la Revolución.

«A eso hay que agregarle que Cuba está completamente en contra del terrorismo, pues consideramos que es una acción ilegal, ilegítima e injustificable.

De hecho, nosotros hemos sido una de sus mayores víctimas, no ahora, sino desde hace más de 45 años, por acciones que han sido planificadas, financiadas y ejecutadas por sucesivos gobiernos de Estados Unidos.

«En diversos escenarios internacionales hemos dejado clara nuestra posición. Cuba tiene su propia ley antiterrorista. Somos Estado parte de las doce Convenciones Internacionales que existen en materia de terrorismo, y formamos parte del Tratado de No Proliferación Nuclear.

Incluso, hoy hay cinco héroes cubanos presos injustamente en territorio norteamericano, precisamente por luchar contra el terrorismo. Y esa es una respuesta clara de que nuestras acciones son por naturaleza antiterroristas».