El disco cubano crece, se mueve
La industria discográfica cubana anda de pláceme por estos días. Con la celebración del CUBADISCO se abren oportunidades de negociación para las productoras del patio, y empresarios foráneos que acuden a la Feria en busca de lo que más gusta y suena. Resulta impresionante la aceptación que tiene el disco cubano en los circuitos internacionales, no solo en América, mercado natural en todas las épocas sino también en Japón, Francia España, Alemania, Italia,...donde se le reconoce por su altísima calidad, sello propio, y lo contagioso del ritmo.
Es innegable el talento con que se cuenta y las acciones que se desarrollan para sacar a la palestra pública a talentos poco conocidos. Incluso, los más jóvenes encuentran espacio en las disqueras cubanas. La agrupación Aceituna sin hueso logró colocarse con rapidez en el mercado por la comercialización que le hizo Abdala, con la que grabó su ópera prima. Lo mismo sucedió con el dúo Buena Fe y la EGREM. Los discos de ambos proyectos musicales destacan entre los más vendidos por esas productoras en los últimos tiempos.
No caben dudas de que Cuba es uno de los países en el que conviven más ritmos musicales. Sin embargo, los géneros más generalizados siguen siendo el son, bolero, mambo, chachachá, danzón, salsa..., y la cancionística que se expandió antes de la década del 60 del siglo xx. El jazz y la nueva trova aún no aparecen incluidos en los catálogos internacionales como música de Cuba, aunque se reconoce la procedencia de sus intérpretes principales.
Los Van Van, Isaac Delgado...están entre los salseros que más copias venden. En cambio, no sucede lo mismo con la música sinfónica, la lírica, de concierto, la música para niños, folclórica y otras expresiones contemporáneas. Este fenómeno se debe, en gran medida, a que en ocasiones no existe un equilibrio en la elección de los géneros a grabar, entre otras causas porque lo que más se busca es lo bailable, aunque en la actualidad se percibe una mayor presencia de estos géneros en las redes comerciales. Bis Music, RTV comercial, la EGREM, y otras discográficas buscan a diario fórmulas de comercialización que les permitan moverse con rapidez, y ganar terreno en la promoción de los artistas.
Abdala, por ejemplo, acaba de lanzar Presto, un nuevo sello mucho más económico que se hace en el estudio más pequeño de la Casa, y en formato sencillo, aunque la calidad de la grabación sigue siendo excelente.
Con el cambio de lo analógico a lo digital, la industria discográfica cubana revolucionó toda su infraestructura e hizo grandes inversiones en la compra de tecnología de punta. Los estudios Abdala son considerados por los expertos como uno de los mejores del mundo. La excelencia técnica, acústica y arquitectónica de esas instalaciones atrae la atención de artistas y empresarios de casi todo el Orbe, que solicitan grabar en ellos y contratan variados servicios que allí se ofrecen.
Cuba no permanece ajena a la irrupción en el mercado internacional de nuevos soportes para la música. La presencia cada vez más dinámica del DVD con su apreciable dualidad de imagen y sonido impone un reto a la industria a discográfica nacional. En este sentido los estudios Abdala han dado los primeros pasos con el lanzamiento al mercado de un DVD de Jazz Cuba Today.
Dentro de la infraestructura comercial de la industria discográfica cubana existen tres empresas distribuidoras: Discuba, de Artex S.A, la EGREM y la Agencia de Comercio Electrónico de Artex, que hace la gestión de venta on line para todos los territorios. También está el aparato comercial de Casa de las Américas, un sistema que funge como distribuidor de productos discográficos. Discuba, es la principal distribuidora discográfica del país; su catálogo de venta incluye el repertorio cubano de los sellos: Bis Music, PM-Records, Lusafrica, Kan Yor, Latin World, Caribe Productions, Art-Color, Eurotropical, Ahí- Namá Music, Tumi-Music, Palm Pictures, Bella Isla, Antillana Productions International y Unicornio. Cuenta además con variadas ofertas en las líneas de casetes grabados de música, CD-ROM de Arte y Literatura, filmes cubanos y videos musicales de diferentes géneros.
La EGREM, es la más antigua de las compañías discográficas. Asume géneros ya establecidos dentro de la música cubana, y registra las nuevas tendencias o estilos derivados de la fusión con la música de otros países. Por su parte, Bis Music brinda servicios de grabación, mezcla y masterización en el Estudio de Grabaciones Eusebio Delfín, de Cienfuegos; vende fonogramas, licencia matrices, edita, y ofrece asesoría legal en materia de derecho de autor. Conforman su catálogo el son, salsa, trova, rock, rap, entre otros géneros.
Ante las innovaciones tecnológicas y leyes del mercado, la industria discográfica cubana se diversifica e intenta insertar sus productos en las arenas internacionales. Un talento organizado y de altísimo nivel, es el principal valor de las disqueras de la Isla, portadoras de una música capaz de romper barreras, con su sello de exclusividad.