La mujer en el Habano
Con un peso decisivo en todos los procesos asociados a la producción del habano desde el campo hasta las labores de torcido y comercialización, la mujer ha conquistado un lugar determinante en este sector de reconocido protagonismo en las exportaciones tradicionales cubanas.
Cuentan los libros de memorias que la industria tabacalera constituyó durante mucho tiempo un coto exclusivo para hombres, hasta que logró abrirse paso la sensibilidad y el cuidadoso tacto femenino. Como despalilladoras y anilladoras en un inicio, las mujeres fueron acaparando la atención de los industriales y así el tiempo transitó hacia una actualidad en que son determinantes en las labores de torcido y hasta ocupan importantes puestos de dirección en toda la industria y procesos afines. Caricia, pasión, delicadeza y otros tantos atributos de la mujer hoy significan mucho para los habanos, que contienen una carga sensual y de encantamiento capaz de convencer a cualquiera de que podría tratarse de un producto pensado por una mujer. Precisamente, desde el X Festival del Habano, el tema ocupó importantes espacios en los seminarios e intercambios propios del evento. Se ha reconocido que las mujeres lograron su verdadera presencia en el sector luego de los aires emancipadores y de igualdad de géneros que impulsó la Revolución Cubana a partir de 1959; y un nombre ineludible a mencionar lo es en este empeño Celia Sánchez, heroína de esa gesta que, además, deparó un puesto creciente para sus congéneres en el tabaco. El propio surgimiento de la fábrica El Laguito y sus habanos Cohiba, es parte importante de esa historia hasta nuestros días, cuando más de la mitad de sus trabajadores son mujeres. Otro comentario al respecto nos lo ofreció, oportunamente, la hoy directora de la fábrica Partagás, Hilda Baró, quien nos relató que antes las mujeres sólo trabajaban en el despalillo y el anillado y que desde 1967, con el llamado Plan Tabaquera, esa presencia se expandió a todo el proceso. En su fábrica, ejemplificó, de 36 obreros en el despalillo, 32 son mujeres; y en el torcido, de 375 operarios, el 63 por ciento son féminas; mientras en el departamento de máquinas para comprobar tiro, las 11 plazas disponibles, las ocupan también las mujeres. Por su parte, Norma del Castillo, del Instituto de Investigaciones del Tabaco de Cuba, explicó que de 406 trabajadores de su entidad, 163 son féminas; y en esos niveles de protagonismo se mueven las cifras de la participación de la mujer cubana en la producción tabacalera del país. Tanta sintonía tienen hoy en Cuba la mujer y el tabaco, que muchas obras de arte apuntan a esta relación, tanto en la pintura, la música o la escultura. Mas hay que decir que ese vínculo en el arte -que no se limita a la evocativo y pasa por una estrecha conexión entre el artista y el habano-, empezó, como se sabe, mucho más temprano, cuando una buena parte de las anillas e imágenes para adornar y diferenciar cajas y marcas del producto, exigieron primorosas ilustraciones de diosas y mujeres sinuosas, arropadas con lujosos vestidos, bandas multicolores, coronas y otros portentos. Ahora, además, cada vez el tabaco acapara más la atención en los salones más elegantes y se va haciendo normal que en una cena de gala, un encuentro artístico u otro gran acontecimiento o celebración, la mujer también guste de deleitarse con un habano, como colofón de oro para una jornada relevante. Un especial guiño de complicidad de Habanos con la mujer sofisticada y activa de hoy en esta cita entre amantes de los mejores tabacos Premium del mundo, es el lanzamiento de su nueva vitola Julieta en la tradicional marca Romeo y Julieta, regalo de distinción para el más exquisito y profundo disfrute.
«Para mi el Habano es poder y maestría porque partiendo del don de tener la mejor materia prima del mundo y una tradición de siglos que ha permitido saberla convertir en figura artesanal, constituye algo que no está al alcance de todos y que sólo Cuba puede producir por su naturaleza, sus suelos y una serie de factores muy específicos, que lo convierten en un producto muy exclusivo y a la vez muy codiciado. Eso es lo que explica que cualquiera pueda producir tabaco, pero no Habanos, que requieren de esa materia prima tan especial; y al final, también, de la maestría y habilidad de nuestros torcedores.» Hilda Baró Directora de la Fábrica de Tabacos Partagás
«Tengo una experiencia de 13 años dirigiendo una Casa del Habano, lo que ha sido un verdadero placer por permitirme relacionarme con el apasionante mundo del tabaco y, además, acercar a él a nuestros clientes y visitantes extranjeros. En realidad mi apego a este producto viene de lejos, pues soy oriunda de San Luis, en Pinar del Río, una tierra de tradición tabacalera, donde tantas personas han hecho sus vidas alrededor de este cultivo, con mucha dicha y felicidad, incluidas las mujeres. Yo soy parte de ellas, de las mujeres que están vinculadas al Habano, algo excelente a lo que también aportamos nuestra delicadeza y que cada vez más cuenta con la participación femenina en todos sus procesos, hasta el momento final de disfrutarlo. Por eso siento un profundo compromiso al ser representante o parte del mejor tabaco del mundo, natural y manual cien por ciento.» Reina María Rodríguez Regalado Directora de la Casa del Habano del Hotel Palco y de la Galería Comercial de este alojamiento habanero
«Mi relación con el Habano comenzó cuando empecé a trabajar en El Floridita en 1997, un símbolo de La Habana y uno de los restaurantes con más experiencia en ese tipo de servicio. Esto me animó a estudiarlo a fondo, con la ayuda de ya experimentados habanosommeliers y en ese proceso me fui sintiendo seducida por la capacidad del habano de transmitir tranquilidad y relajación, mientras experimentas muy agradables sensaciones que son, además, estimulantes. Si a esto le sumas el conocimiento y la posibilidad de combinar o maridar un tipo de comida y bebida con un tipo de habano, de determinada marca, vitola, aroma y fortaleza, es muy fácil imaginar el placer tan especial que puede regalar este producto y la importancia de nuestro trabajo en la promoción de la cultura del habano y de orientación a los clientes.» Zudlay Nápoles Paterson Ganadora del Concurso Internacional Habanosommelier en 2008
«El mundo del Habano es vital y lleno de posibilidades hermosas. Hace de sus consumidores personajes placenteros, que se reúnen a conversar, festejar y disfrutar del exquisito e inigualable aroma del tabaco. Es como si cielo y tierra se unieran en armonía. Sólo con observar desde una distancia prudente a los fumadores de Habanos, se les ve sonreír, charlar, relajarse unidos como árboles diferentes de un bosque de sueños, donde cada árbol permanece con sus raíces en la tierra, mientras sus copas se llenan, en lo alto, de flores, pájaros, duendes, hadas, mundos entrelazados. Es exquisito por todas esas cualidades que vienen de esa maravillosa planta, hermosa en sí misma, por sus hojas mágicas. Una de las visiones más bellas que existen en el paisaje cubano son las vegas de tabaco, con las casas de cura, los campesinos que trabajan esas tierras. Además del proceso de realización en las tabaquerías donde están los torcedores, despalilladores, etc., y finalmente las anillas y cajas de diferente marcas que tenemos desde los tiempos antiguos, con sus litografías coloridas. Pienso que una de las más sólidas riquezas que enorgullecen a los cubanos es el mundo del Habano.» Zayda del Río Pintora