La industria turística cubana registra un crecimiento exponencial desde comienzos de la década de 1990, cuando se convirtió en una opción estratégica para el desarrollo económico del país.

Además del disfrute de las modalidades de sol y playa en los numerosos resorts surgidos a lo largo del archipiélago en las últimas dos décadas, Cuba ha sabido utilizar a favor de la modalidad del turismo de salud su propia red nacional de asistencia médica, una pirámide que tiene en la base una larga experiencia de atención primaria, extendida por todo el país, y en la cúspide centros de especialidades, dotados de equipos de alta tecnología y personal altamente calificado para ofrecer un servicio de excelencia.

La experiencia acumulada por decenas de miles de médicos, enfermeras y técnicos de salud en las misiones de asistencia solidaria o mediante contratos de servicio en más de medio centenar de países, muchas veces en situaciones de extremo riesgo, a raíz de catástrofes naturales como terremotos, huracanes e inundaciones, confirman el prestigio del sistema de salud cubano.

Son esos avances científicos y médicos los que llevan cada año a miles de personas a viajar a la mayor de las Antillas en busca de los distintos programas curativos y preventivos, en muchos casos combinados  con las bondades del clima y la naturaleza.

Además de las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura. Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.

La medicina tradicional avanza de conjunto con las tecnologías de última generación, en una combinación que apunta al objetivo único de elevar la calidad de vida de la población, además de estar disponibles para los visitantes que contratan los servicios que ofrecen los establecimiento integrados a programas de turismo de salud.

Para las operaciones quirúrgicas de alta complejidad, el país cuenta con especialistas apoyados de una tecnología avanzada que se distinguen por su ética y humanismo.

Viajeros procedentes de los cuatro puntos cardinales se benefician de programas de primera línea y técnicas únicas, como las utilizadas para curar o mitigar diversas patologías oftalmológicas, que han permitido recuperar la vista o mejorar la visión de millones de personas en naciones de América Latina mediante la “Operación Milagro”.

Procedimientos únicos para enfrentar enfermedades como la retinosis pigmentaria y un completo esquema de vacunación con productos desarrollados por centros cubanos de investigación están también a disposición de las opciones de salud.

Tratamientos para regular el peso corporal, combatir el estrés, el envejecimiento y la realización de habituales chequeos médicos forman parte de la amplia gama de servicios que reciben los interesados.

Según organismos internacionales especializados, como la Organización Mundial de la Salud, Cuba  exhibe indicadores de salud comparables a los de países llamados desarrollados o del primer mundo desarrollado, con una esperanza de vida que supera los 75 años y tasas de mortalidad infantil ubicadas entre las más bajas del orbe.

Entre los programas de asistencia médica más sorprendentes por sus buenos resultans figuran los aplicados en el tratamiento a adictos a las drogas y al alcoholismo, muchos de ellos dados por perdidos en sus países de origen, quienes certifican después de ser atendidos, que en Cuba encontraron una solución a sus adicciones, apoyados por un entorno natural agradable y tranquilo que contribuye a la curación.

Tratamientos para regular el peso corporal, combatir el estrés, el envejecimiento y la realización de habituales chequeos médicos forman parte de la amplia gama de servicios que reciben los que arriban al país para ser atendidos mediante programas de turismo de salud.

De acuerdo con especialistas de salud, la variedad y belleza de las playas cubanas aporta también amplias posibilidades terapéuticas, con una combinación única del movimiento de las aguas,  temperatura, sales disueltas e incluso la flora bacteriana de los mares.