Todavía hoy este hermoso país, la tercera isla del Caribe, es tierra de hermosos paisajes interiores, con ríos saltarines y cristalinos, bosques densos, altas montañas, aves de colores y playas que parecen un espejismo del paraíso. Las palmeras enormes, los cocoteros hincados en las costas orladas de arenas coralinas, las buganvillas y otras flores que explotan como fuego y hasta el más sabroso y caro café del mundo –el Blue Mountain–, parecen ser el lenguaje práctico de los poderes maravillosos de esta isla tropical.

Todavía hoy este hermoso país, la tercera isla del Caribe, es tierra de hermosos paisajes interiores, con ríos saltarines y cristalinos, bosques densos, altas montañas, aves de colores y playas que parecen un espejismo del paraíso.

Las palmeras enormes, los cocoteros hincados en las costas orladas de arenas coralinas, las buganvillas y otras flores que explotan como fuego y hasta el más sabroso y caro café del mundo –el Blue Mountain–, parecen ser el lenguaje práctico de los poderes maravillosos de esta isla tropical. Fue descubierta por Cristóbal Colón en mayo de 1494, durante su segundo viaje al Nuevo Mundo y entonces le llamaron Xamayca, como mismo le identificaban sus primeros habitantes –los indios taínos. En las crónicas de época, se encuentran referencias a ella como «isla de bosques y ríos». Si bien hasta nuestros días la alusión resulta bastante aceptable, es demasiado sucinta para lo que es en realidad Jamaica: una mezcla difícil de imaginar de paisajes con clima tropical e ingredientes tan fabulosos como las playas de aguas turquesas o esmeraldas abiertas al horizonte y una música universal llena de sazón y mística llamada reggae, madre e hija a la vez de algunos de los grandes ritmos del Caribe. Todo puede hallarse en 10 990 kilómetros cuadrados Hacer turismo y sentirse en el Jardín del Edén es algo que ofrece Jamaica a manos llenas. De hecho, hay un hotel en Negril Beach, el Hedonismo II (y no es el único de esta marca), que está absolutamente pensado con esos fines y donde playa, sol y placer se unen en una combinación perfecta, entre opciones pensadas para el más absoluto relax. Es famoso por eso. Flores de vivos colores en un escenario paradisíaco llevan irremediablemente a un especial estado de dicha; y hasta dicen que los tragos que se pueden consumir a toda hora están preparados con afrodisíacos misteriosos que mezclan hierbas y frutas locales. Esto ocurre en la costa oeste de Jamaica, donde justo en los años 70, se hicieron populares las playas de Bloody Bay, florecieron pequeños hotelitos con parrillas al borde de la playa y el reggae sonaba 24 horas, contagiando a las masas de turistas con su pegajoso ritmo. Con el tiempo el lugar se ha hecho más tranquilo y a lo largo de siete kilómetros de playas, han aparecido algunos de los mejores hoteles del país que atraen a viajeros de todo el planeta para vivir el sueño de unos días de placer caribeño. De Montego Bay a Ocho Ríos Montego Bay constituye uno de los grandes atractivos de Jamaica y de hecho, no sólo por sus buenos escenarios costeros, sino también por tratarse de una interesante ciudad donde bien se descubre la influencia británica y resulta mucho más fácil entrar en contacto con la rica vida cultural de los jamaicanos. Muchos hacendados ingleses de la época de las plantaciones cañeras la hicieron su lugar de residencia y establecieron allí hermosas casas, mientras la exportación de azúcar y la actividad portuaria le trajo prosperidad al lugar hasta el punto de convertirse el asentamiento en la capital parroquial de Saint James. Siguen vivas allí las tradiciones anglosajonas y es una curiosidad ver como muchas familias se reúnen todavía en la tarde a disfrutar de una taza de té. Aunque de escalas pequeñas, la pintoresca ciudad no dejará indiferente al visitante. Hay excelentes comercios, buenos hoteles y muchos restaurantes; y como quiera que sea, en un paseo por la costa norte del país, constituye un alto inevitable. Camino al este, después de pasar Discovery Bay, Runaway Bay –otro bonito destino- y bordear Saint Ann, se llega a Ocho Ríos, para muchos la atracción principal de la isla, gracias a la espectacular catarata de Dunn´s River Falls, que cae escalonadamente y llega a desembocar en el mar. En dos sesiones, por la mañana y por la tarde, los guías reúnen a los grupos de turistas y suben la cascada, una experiencia mucho más agradable en los meses de intenso calor de julio y agosto. A cada orilla del río hay algunas plataformas con bares y Canopy, de donde, además, salen caminos que se internan en la jungla para observar colibríes y otras aves. Una gran terminal de cruceros funciona allí, hacia el oeste del pueblo de Ocho Ríos, también conocido por Ochi, que tributa miles de visitantes por mes. Por la parte este el litoral es rocoso con acantilados y entre las verdes colinas y el mar hay apenas el espacio justo para la carretera y una estrecha tira de playa. Grandes hoteles, entre los mejores de Jamaica operan en la zona y hacia el sur, están unas hermosas montañas, donde s encuentran sitios emblemáticos como los jardines de Shaw Park, el Museo de Coyaba, el hermoso hotel Enchanted Garden y un verdadero túnel de helechos llamado Fern Gully, al que se accede a través del camino de Milford. Port Antonio, el refugio tropical de Errol Flynn Al hacerse de una propiedad allí, este popular y bullicioso actor, atrajo las miradas a Port Antonio en los pasados años 50. Recibía a sus amigos y era famoso por las visitas de enamoradas hermosas, a las que gustaba seducir con toda clase de agasajos y entre estos, siempre, un romántico paseo en balsa de caña brava a través de un sector del río que a él le gustaba llamar “el carril de los amantes de los cantos rodados”. Otras celebridades se establecieron en el pequeño puerto natural de cara al Océano Atlántico y para más fortuna, fue una de sus playitas el escenario que sirvió para rodar parte de la película Blue Lagoon, protagonizada por Brooke Shields. Hoteles boutique y pequeños alojamientos se explotan en los alrededores y la excursión de lujo es a la llamada Navy Island, donde un hermoso restaurante sirve el cerdo Jerked, asado lentamente al carbón en un hoyo. Otras interesantes visitas en Jamaica son desde luego su capital, Kingston, al sur; la hermosa cordillera de Blue Mountain, al este, donde se encuentra el Blue Mountain Peak, la altura culminante del país, con 2 256 metros sobre el nivel del mar y se cultiva el mejor café arábico del mundo; así como un punto meridional también favorecido por el fresco de las montañas donde prosperó la linda comarca de Mandeville, una comunidad a 2000 metros de altitud fundada por colonos ingleses en 1816 con motivo de los cercanos yacimientos de bauxita y que constituye hoy la alternativa de turismo de naturaleza por excelencia en este maravilloso destino del Caribe.