Catedral de Santiago de Cuba

La Basílica Menor alberga en su interior el Museo Arquidiocesano Monseñor Enrique Pérez Serantes, único de arte religioso en la Isla.

Es la manzana perfecta de Cuba, esa que conforman las calles Aguilera, San Pedro, Heredia y Santo Tomás de la villa que está próxima a cumplir 500 años consagrada a Santiago Apóstol. Allí se encuentra el Parque Céspedes, escoltado por añosas obras de alto valor arquitectónico: desde el Palacio de Gobierno Municipal (antiguo Ayuntamiento) y la Casa de Diego Velázquez, pasando por el otrora Club San Carlos y el hotel Casa Granda, hasta la emblemática Catedral.
Fue esa catedral, a la cual se concedió, en 1882, el título de Basílica Menor y la que se declaró, en enero de 1958, Monumento Nacional, entre otras razones porque alberga en su interior el Museo Arquidiocesano Monseñor Enrique Pérez Serantes, único de arte religioso en la Isla.
Responde a la sensibilidad artística de Carlos Segrera la fachada actual de la inconfundible construcción, por pedido del monseñor italiano Félix Ambrosio Guerra y Fezzia. Fue este arquitecto, responsable principal de la renovación urbanística de Santiago a principios del pasado siglo, quien decidió mantener detalles del neoclasicismo y añadir algunos elementos de la arquitectura clásica: columnas de orden corintio, arcos y torres.
Se cuenta que las cruces que desde 1922 exhibía la catedral de la arquidiócesis primada de Cuba, dañadas por el arrasador huracán Sandy, fueron fundidas por Siro Rodríguez, uno de los integrantes del mítico trío Matamoros que completaban Miguel Matamoros y Rafael Cueto.  
Otro detalle curioso relacionado con este símbolo religioso está en que es de madera el cupulino, es decir, la estructura que soporta las cruces. Solo que, por la concepción decorativa de Carlos Segrega, fue revestida de ferrocemento para dar una impresión de que se utilizó en su concepción el mismo material de la torre: mampostería reforzada con hormigón.
Solo así, con una réplica exacta de las cruces arzobispales que desde 1922 la engalanan, la catedral santiaguera sigue manteniendo su vetusta, pero hermosa estampa.