En poco más de trece años ICT ha producido 1325 millones de unidades de tabacos ciento por ciento naturales y cubanos. Durante FIHAV presentan su más novedoso producto, el Partagás Serie, como parte de su política de extensión de gama.

Desde el siglo pasado las máquinas de liar se introdujeron en Cuba y la mecanización del proceso productivo tabacalero incidió en el desarrollo escalonado y la fabricación intensiva de tabacos.
Fue en la última década que el país evaluó la oportunidad de fundar Internacional Cubana de Tabacos S.A., una empresa cuyo liderazgo se expresa en la creciente demanda de sus productos tanto en el mercado interno como internacionalmente.
“De los 16 000 millones de unidades de tabaco mecanizado que se fabrican hoy en el mundo, 500 millones son similares a los confeccionados en nuestra fábrica con tabaco ciento por ciento natural – asegura Miguel Vladimir Rodríguez, nombrado presidente de la empresa mixta internacional en febrero de 2014. De ese segmento de mercado, donde Cuba participa y compite, ocupamos el 25 % con 150 millones”.
Amparados en la tradición que otorga la singularidad a los tabacos cubanos –tanto provenientes del trabajo manual como del mecanizado–, además de ciento por ciento naturales, los de ICT son confeccionados sin aditivos, saborizantes ni papel de tabaco. A la tecnología empleada, proveniente de principios del siglo veinte, se han incorporado elementos más automatizados y según Rodríguez, el proceso queda certificado por el sistema de control de la calidad ISO 9001:2008 avalada por la Oficina Nacional de Normalización y el Buró Veritas Quality International. La supervisión se inicia durante la compra de la materia prima y repasa todo el proceso hasta el producto terminado y su transportación, todo lo cual es completamente pesquisado.
La Dirección de Calidad certifica la materia prima, desde que se hace la ligada, se selecciona la capa y el capote, se miden parámetros de temperatura, humedad, calidad de la hoja, calidad de la liga e incluso la granulometría de la picadura que en dependencia del formato es diferente. Todo eso se mide y están regulados los parámetros en cada proceso – explica el presidente de ICT–, hasta el producto terminado. Incluso, cuando se va a montar la producción en el contenedor se vuelve a revisar y se realizan muestreos.
Las características organolépticas del tabaco cubano, que lo singularizan, son una ganancia para las creaciones de ICT. “No se trata de un producto del segmento Premium pero fabricamos bajo licencia de Habanos S.A., propietario de las marcas y las usamos desde las más Premium hasta la Guantanamera, el segmento más popular que atendemos”, confirmó Rodríguez.
Los 466 trabajadores, de los cuales el noventa por ciento se consagra directamente a la producción, son responsables del millón de tabacos diarios que salen de una fábrica de excelentes condiciones tecnológicas y organizativas. Para ellos la aspiración es llegar a los 300 millones de unidades anuales en un futuro para el cual PROMOCIGAR S.L., empresa creada en 2005 y radicada en Madrid, constituye comercialmente una fortaleza en el exterior, en mercados como España, Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Grecia, Canadá, Argentina, Venezuela, México, Colombia, Chile y algunas regiones de África y Medio Oriente. Al  propio tiempo ICT en Cuba se encarga de gestionar el mercado doméstico.
El valor más preciado de ICT es, para Vladimir Rodríguez, el capital humano con el cual cuenta la empresa y al que cuidan celosamente: “El proceso está muy automatizado, pero todavía depende de los operarios y las operarias que lo supervisan –confirma Rodríguez. La manualidad se preserva allí donde es necesaria e insustituible como en la clasificación de la hoja. Independientemente de que la producción de ICT depende de las máquinas, ellas solo funcionan adecuadamente y rinden mucho más, si las operan personas capacitadas y con experiencia. Preservar la maquinaria es vital, pero el capital humano es imprescindible. Sobre todo por esa razón que defendemos a diario, si te fumas un tabaco ICT estás viviendo una experiencia diferente.