Hace ya un año salió al mercado y a la vez debutó en el mundial de Superbike, pero el proyecto comenzó en 2006. En la revista Excelencias del Motor #15 presentamos la versión oficial, pero la de calle es casi una réplica.

Si su actuación en los circuitos no fue mejor , se debió fundamentalmente a la falta de gestión electrónica, debido a que la demanda por el modelo doméstico creció más de lo previsto y BMW tuvo que asegurar primero las destinadas al mercado en detrimento de la competición. Una vez estabilizada la producción, todo empezó a marchar mejor hasta convertirse en una de las Superbike más competitivas del momento. Su poderoso motor 4 en línea tiene el diámetro de pistón más grande de su categoría y la carrera más corta, sólo pesa 59.5kg, el más liviano de todas las 1000 de serie. Las válvulas de titanio son también mayores que ninguna y su caja de 6 velocidades puede equipar el asistente semi-automático que no necesita de embrague. El acelerador es el tipo Ride by Wire que permite el funcionamiento del sistema de control de tracción electrónico con 4 modos a elegir: Rain, Sport, Race y Slick. Frenos ABS antibloqueo y embrague anti-rebote. Posee una aceleración de espanto y su agarre en curvas es asombroso. Su velocidad punta de más de 280 km/h la convierte en una deportiva que no tiene nada que envidiar a las marcas japonesas o las italianas, ni tan siquiera en el diseño, que aunque está dentro de los parámetros convencionales no ha perdido para nada el carácter BMW.