¿Los autos “conversarán” entre sí y con el exterior?
Ya conocemos que los fabricantes de autos se esfuerzan por ampliar las capacidades sensoriales y de percepción de los vehículos, para prevenir y anticiparse a los eventos de la vía; pero con el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones se comienzan a incorporar sistemas que son capaces de conectar a los vehículos entre sí y con el mundo exterior.
Cada día se busca un auto más “inteligente”, y el primer paso ha sido conectar a los usuarios de los vehículos con sus diferentes redes de entretenimiento y comunicación. Con el desarrollo de la “telemática” (combinación de la telecomunicación y la informática) se consigue activar servicios de redes móviles con detallados mapas de calles y navegación, empleando los sistemas de posicionamiento global (GPS). Por dichos motivos se han unido empresas de comunicaciones y fabricantes de automóviles para el desarrollo de estas tecnologías en los vehículos de forma cooperada. Ya algunos ofrecen internet en sus modelos; como Audi, con el A8; Mercedes-Benz, con el Comand Online; mientras Peugeot da la opción de conectar un ordenador portátil y BMW ofrece el sistema Connected Drive, que posee varios servicios incluyendo internet. ¿Se imaginan coches que se comuniquen entre sí o con las señales de tráfico, incluidos los semáforos, y, por qué no, con los peatones o los ciclistas? Esta posibilidad ya es real, y varios fabricantes trabajan en ella con el fin primordial de mejorar la seguridad vial. Con ello se puede reconocer que, después de una curva cerrada nos vamos a encontrar con un coche accidentado; que por el carril por el que circulamos se está produciendo una retención; o que se nos acerca un vehículo prioritario como las ambulancias, bomberos o policía. Junto a la información de la posición exacta de los vehículos, mediante el GPS, se pueden recibir otros datos, como el funcionamiento del ABS o ESP en un momento dado, o el disparo de los Airbags del vehículo; además de que los coches pueden funcionar como “repetidores” y enviar la información más allá de donde alcanzaba el transmisor original. General Motors y Ford han realizado importantes pruebas en esta dirección y, más recientemente, BMW (incluyendo la comunicación entre motos), así como el reconocido Grupo Daimler. Las “comunicaciones vehiculares” más conocidas por V2V (vehículo a vehículo) o C2C (coche a coche), así como las comunicaciones de los vehículos con el entorno (incluidas las infraestructuras de carreteras y conocidas por C2X Communication)deben estandarizarse (frecuencias de transmisión, etc.); y para ello existe en Europa el organismo C2CCC (Car 2 Car Communication Consortium) cuyo objetivo es extender este tipo de sistemas buscando su interoperabilidad a nivel europeo. En Estados Unidos y Japón encontramos iniciativas paralelas basadas en una tecnología similar. Aparecen otros proyectos como el “infotainment”, que, además de incluir las redes de asistencia al conductor vistas hasta ahora, extiende el concepto de “red personal” del hogar al automóvil. Nada, amigos, que nos encontramos ante un tsunami de tecnologías para la comunicación imparable, que permitirá continuar perfeccionando y extendiendo estos sistemas, ampliando las posibilidades de “conversación” entre los vehículos y de estos con el exterior.