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La primicia la tuvo Excelencias del Motor, que fue testigo del recorrido de prueba del biarticulado, en el que participaron el importador Womy Equipment Supply (Holanda), el explotador cubano Transmetro y las autoridades de los Ministerios de Transporte y del Interior.

Sucede que este medio, de casi 25 m de largo, excede las medidas previstas en el inciso 1 del artículo 103 de  la Ley 109 del Código Vial cubano que determina la longitud para ómnibus articulado en 18 m como máximo, por lo que su importación y circulación fue aprobada, como dicta también  la legislación, por el Ministerio del Transporte, oído el parecer de los organismos que inciden en la  seguridad en las vías.

Pero tal vez el reto mayor de esta novedad en las calles cubanas fue para Alfredo David Padrón, chofer perteneciente a la base de Transmetro en Matanzas y elegido para pilotar el AGG 300, que comenzó a transportar pasajeros entre los municipios de Boyeros y Plaza de la Revolución con viajes en los horarios picos: tres vueltas por la mañana y una por la tarde.

Padrón, con 35 años de experiencia en el volante y gran parte de ellos a bordo de rastras, refirió que fue difícil familiarizarse con el biarticulado y  que el proceso de confianza comenzó desde el puerto, donde tuvo el primer examen de giros con su actual compañero de aventuras.

Unas semanas después, el conductor se trasladó sin dificultades por la avenida Boyeros en el viaje de prueba, marcando las paradas y las posibles adecuaciones que debían acometerse en la vía para su mejor adaptación a las condiciones cubanas.

Luis Rodríguez, gerente de Womy en Cuba, explicó a esta publicación que el primer  AGG 300 fue una donación para que se analizara en la práctica si rendía frutos positivos en la transportación masiva, y agregó que si la explotación era efectiva ya estaba lista una dotación de 20 ómnibus para su importación a la mayor isla antillana.

Además, Rodríguez apuntó que Womy Equipment Suply tiene una presencia de cerca de 20 años en Cuba y sus funciones han estado destinadas fundamentalmente a la introducción en el territorio de rastras, camiones, piezas de repuesto y guaguas de segunda mano, así como también a los servicios de izaje y transportación de grandes pesos.