Pedraplén Caibarién a Cayo Santa María
Fantasía o realidad, nadie que haya visitado la cayería villaclareña de Cuba deja de ser encantado por este paraíso natural, refugio de innumerables especies de flora y fauna, algunas únicas de la zona, que además posee playas casi vírgenes, comparables solo con las de Varadero.
Un pedraplén de 48 kilómetros de largo, Premio Puente de Alcántara a la Mejor Obra Civil Iberoamericana por la armoniosa combinación de naturaleza e ingeniería, une con tierra firme a los islotes de Santa María, Las Brujas y Ensenacho, Cobos, Majá, Fragoso, Francés, Las Picúas y Español de Adentro, entre otros, gracias a una vía que con sus 46 puentes permite el intercambio de agua entre una y otra parte, gracias a locual florece la vida.
En estos cayos se ubican importantes instalaciones hoteleras como Villa Las Brujas, el Hotel Sol Melía Cayo Santa María, el Occidental Royal Hideaway Ensenachos, primer y único resort de cinco estrellas de lujo, ubicado entre las playas de Ensenachos y El Mégano, o el recién inaugurado hotel Las Dunas. Además cuenta con instalaciones extrahoteleras como campos de golf, bases náuticas, y parques temáticos, y un pequeño aeropuerto para hacer más fácil la comunicación.
Con estos atractivos naturales, la cayería norte de Villa Clara se ha convertido en uno de los sitios de mayor crecimiento turístico, gracias en gran medida al pedraplén Caibarién-Cayo Santa María, que ha permitido además unir el polo turístico con otros sitios de interés histórico y cultural como la villa de Remedios o la propia ciudad de Santa Clara, capital de la provincia.
Por el pedraplén debe conducirse con cuidado, pues la vista paradisíaca invita a la distracción y son frecuentes los golpes de viento que pueden sacar los vehículos de la vía si van a una velocidad mayor a la señalada.
Cada una de las curvas, así como los 46 puentes del pedraplén están concebidas y señalizadas para que los conductores no se distraigan demasiado, algo frecuente en vías largas y uniformes.