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Presentado en el pasado Salón de Ginebra, llega con la gama más variada jamás vista en el modelo y estrena una inédita carrocería de tres puertas, bautizada como SC, aunque quizá el mayor mérito de esta tercera generación se esconda bajo el capó.

Con una estética conservadora, sí, pero con el renovado motor 2.0 TSI de cuatro cilindros que emplean los últimos Volkswagen Golf R y Audi S3 –acoplado a una transmisión manual de seis velocidades o un cambio DSG de doble embrague de siete marchas–, las prestaciones del Cupra son muy buenas. La versión de 280 CV puede alcanzar 250 km/h de velocidad máxima (limitada), y acelerar de cero a cien en 5.7 s. La variante con 265 CV no es mucho más lenta. 

Aprovecha, además, las ventajas de la nueva plataforma MQB del grupo Volkswagen para ahorrarse 90 kg de media en el peso, que lo sitúa como uno de los deportivos compactos más ligeros y, unido al buen rendimiento de los motores, le confiere una dinámica intachable. Un punto que de seguro agradecerán al respecto sus usuarios es la significativa reducción en los consumos, que rebaja cerca de 1.5 L de media hasta 6.4 L/100 km, mientras el nivel de emisiones se ha reducido en nada menos que 41 g/km de CO2 hasta quedarse en 141.

Los atractivos del nuevo Cupra, en cualquier caso, no acaban ahí, pues igual ofrece un avanzado equipamiento multimedia que se agrupa en el Media System Plus y presenta una pantalla táctil de 5.8 pulgadas y gráfica tridimensional en alta definición, sintonizador DAB opcional, reconocimiento de voz y ocho altavoces, sumándose a los elementos del acabado FR, con control de chasis adaptativo, diferencial autoblocante activo, Cupra Drive Profile, sistema de frenos de alto rendimiento, faros LED integrales, y llantas de 18 pulgadas para la versión de 265 CV y de 19 para la de 280. Todo para hacer que este felino ruja ahora con más fuerza.