Evento del Club de Autos Rusos
Esta vez, la fiesta competitiva comenzó de manera diferente, al realizarse una prueba de habilidades con jóvenes ciclistas en un trayecto de 300 m. Resultó ganador Pablo Javier Gómez, quien fue escoltado en el podio por Julio Bracero y Adriano Canquet, en ese orden. Todos estudiantes de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE).
Se trata de lo que suele llamarse un “pique”, una prueba de habilidades que parte de cero hasta una distancia de 300 m; las máquinas apenas pueden poner tercera en su caja de cambios, y tienen que desarrollar toda su potencia para alcanzar el máximo de velocidad en ese corto espacio. Tiene sus ventajas para la seguridad porque, a pesar de que se logran velocidades importantes, el tramo es corto y el frenado rápido.
Además, la improvisada pista se cierra con cercas que impiden el acceso al público y los aficionados presentes pueden ver el espectáculo sin peligro. Por su parte la Policía de Tránsito (PNR) regula constantemente el tráfico vehicular en la zona. Todo está organizado para el disfrute del público y la no ocurrencia de accidentes, que hasta hoy no hay ninguno que lamentar.
La adrenalina subió cuando rugieron las motos japonesas y se presentaron en la espontánea pista capitalina. Las prueba fue a dos mangas y el ganador fue Maikel Pérez, a los mandos de una Suzuki 750 que alcanzó la escalofriante velocidad de 202 km/h, con salida parada y a una distancia de 300 m. Otra Suzuki, esta de 1 000 cc y pilotada por Lázaro Díaz, fue la segunda más rápida del certamen al alcanzar en el trayecto 200 km/h.
La categoría de 4 Cilindros, la más concurrida del evento, fue ganada inobjetablemente por el Peugeot 205 de Gabriel Gallardo, quien resultó favorito del público desde los inicios.
En otras especialidades de la Categoría 4 Cilindros, como la de los Lada preparados hasta 1600 cc, ganó el 2107 de Iván Bonet, pilotado por David Camejo, seguido de Yoniel Núñez en un Lada 1600. En la 4 Cilindros Standard ganó el Lada Combi 2101 de Leo, el Jimagua.
La categoría V-8 fue ganada por Eduardo Hernández, el “Misil del Cerro”. También se desarrolló una prueba Libre que la ganó Eduardo Borges, el “Máscara”, con su BMW, seguido del Ford de Fernando Cusido.
Mucha adrenalina, mucha emoción y, sobre todo, una excelente organización que nos invita a seguir de cerca las actividades emprendidas por el Club de Autos Rusos.