HISTORIA Y LEYENDA
Cuenta la leyenda que Madeira fue descubierta por un aventurero inglés llamado Robert Machim quien pudo naufragar junto a su amante en esta costa en 1346. Se dice que el pueblo de Machico proviene del apellido Machim y que en este lugar se encuentran enterrados Robert Machim y su amante.
Si nos ceñimos a la historia, la isla de Madeira fue descubierta en 1419 por el explorador portugués Joao GonÇalves Zarco, enviado por el entonces Príncipe Enrique para explorar la costa de Marruecos.
En 1420 pasó a ser de dominio portugués, quienes con esta posesión llena de ricos bosques y fértil tierra y por su situación geográfica que permitía utilizarla como parada y fonda a las expediciones de lugares más lejanos, hicieron que Portugal adquiriese grandes riquezas. La colonización fue fácil pues se trataba de una isla deshabitada, por tanto no hubo derramamiento de sangre entre nativos y colonizadores.
La isla emerge desde el océano cómo una cumbre de una cordillera, su origen volcánico se aprecia en su interior montañoso y las corrientes de lava bordeando los acantilados. En Cabo Girao, al oeste de Funchal, nos encontramos con el farallón más alto del mundo. Hacía el interior tenemos el Pico Ruivo, con sus 1862 m. es el más alto de las ísla. Merece también importancia con sus 1810 m. el Pico Arierio ambos son bonitos lugares para realizar una excursión y poder divisar extraordinarios paisajes. Especial relevancia tiene el Curral das Freiras, lugar donde las monjas se escondían ante la llegada de piratas a la isla para atacar Funchal.
Los gobernadores de la isla cedieron a nobles y comerciantes tierras para hacer productiva la tierra virgen en un periodo de tiempo limitado. Si excedían de este tiempo, la tierra pasaba a manos de otros colonos. La prisa por cultivar en poco tiempo las empinadas laderas, cortando campos y terrazas en la roca fue una ardua labor llevada a cabo por prisioneros africanos, musulmanes o canarios así como de esclavos y por Portugal.
La riqueza natural de esta isla y las posibilidades comerciales con el Nuevo Mundo hicieron que se poblase con una gran rapidez, 100 años después de ser descubierta ya habitaban más de 5000 personas de diferentes razas y orígenes. Comerciantes, especuladores y aristócratas de Fráncia, Inglaterra, Flandes, Castilla e Italia invirtieron dinero sobretodo para el cultivo de la caña de azúcar.
Unos de los visitantes fue Cristóbal Colon que llegó a casarse con la hija de uno de los gobernadores y que durante un tiempo vivió en Porto Santo donde actualmente se conserva su casa. En el siglo XVI con el matrimonio de Carlos II de Inglaterra con la princesa portuguesa Catalina de Braganza, los ingleses reciben el derecho a asentarse en la isla con grandes beneficios y concesiones comerciales de esta manera invirtieron en vino, azúcar y esclavos. Con este matrimonio Madeira puede mandar sus vinos, así como los de Oporto, en Portugal directamente a las colonias inglesas de ultramar sin pasar primero por Inglaterra.
El vino de Madeira se convirtió en el favorito del Imperio Británico y poco a poco grandes familias cómo los Blandy y los Leacock entraron a formar parte de la isla y actualmente sus descendientes siguen dominando el comercio insular. El siglo XVIII trajo a la isla dos epidemias y un terremoto.
Durante las guerras napoleónicas, los ingleses defendieron la isla, muchos se casaron con isleñas, de ahí el color claro de su pelo y el azul de sus ojos.
En 1860 fue una inglesa Elisabeth Phelps la que introduce el arte del bordado, representando una gran fuente de ingresos para numerosas familias, siendo todavía hoy la principal artesanía de exportación en la isla. En el siglo XIX se produce una decadencia en la exportación de vino, debido a una plaga que destruyó muchas viñas, el mildiu, en 1851 y 1856. Posteriormente en 1873 la plaga de filosera de la vid terminó con las que aún quedaban. Posteriormente por medio de injertos genéticos la industria vinícola se pudo restablecer. La revolución de 1974 afectó poco a la isla, las tierras y bienes no fueron nacionalizados cómo en Portugal, el papel del turismo había ya cobrado gran auge antes de subir al poder Salazar, la isla era visitada por enfermos de pulmón, ricos ingleses y todos aquellos que realizaban travesías largas en cruceros, visitaban la isla dejando divisas y aumentando el número de puestos de trabajo para los isleños.
Actualmente Madeira es autónoma y tiene su propio gobierno y parlamento, tiene su propia administración, cobra sus impuestos y tarifas y envía al parlamento de Lisboa sus representes.