San Agustín, la ciudad más antigua de Estados Unidos.
Saint Augustine es la ciudad continental más antigua de los Estados Unidos, aunque muchos creen que otras como Jamestown, Virginia, ostentan ese mérito. Lo cierto es que se le considera como el asentamiento europeo continuamente poblado más añejo en tierra norteamericana
Otros pueblos fundados antes que San Agustín no prosperaron y quedaron desiertos, mientras que este pequeño sitio costero, a pesar del embate de huracanes y el asedio de piratas, se mantuvo habitado desde su fundación en 1565.
Este 2015 se celebra el 450 aniversario de la localidad que forma parte de la Costa Histórica de La Florida, zona que abarca la totalidad del Condado de St. Johns, Ponte Vedra y Las Playas. Para festejar la fecha se ha organizado un diverso programa de actividades que incluye la recreación del desembarco de Pedro Menéndez, su fundador, exposiciones de artes visuales y festivales de música, entre muchas otras.
Aquí se pueden descubrir más de 60 lugares históricos, entre los cuales se encuentran varios monumentos nacionales, entretenidos museos interactivos y sitios de elevado valor patrimonial como la Plaza de la Constitución, el Museo de Piratas y Tesoros, y el Castillo de Zorayda.
Caminar por las calles de San Agustín es una experiencia inolvidable. Tal parece que se anduviese por cualquier pueblo español del Mediterráneo, solo que sus habitantes hablan inglés, no castellano. En el centro histórico el movimiento es contante y el turismo está presente, pero no en forma excesiva.
De manera general, se respira la calma de los pueblos de su tipo y el ritmo agitado de la vida estadounidense queda difuminado en una cálida atmósfera de relajación y paz.
La arquitectura de la ciudad es admirable. A pesar de no contar con lujosas edificaciones se advierte en los inmuebles un marcado estilo colonial español. Algunas de esas construcciones encierran en sus muros más de cuatro siglos de historia y en la actualidad se conservan en buen estado. La estrechez de las calles y las terrazas junto a los bares, también son típicas extrapolaciones del urbanismo de esta región de Europa.
Asimismo, se puede advertir la herencia hispana en el nombre de algunas calles que aún conservan su denominación original, tal es el caso de Valencia, Granada, Córdoba, de Soto, Avilés, Cádiz y Zaragoza. A la vez, se observa la presencia de la bandera de España y su escudo nacional en edificios públicos como la Catedral.
Una ciudad disputada por tres potencias
Para poner fin a la presencia de piratas franceses en la costa de La Florida, España decidió establecer una base militar permanente en el territorio. Por esta razón, Pedro Menéndez de Avilés protagonizó el segundo mayor desembarco hispánico en esa zona, el 8 de septiembre de 1565, y fundó la ciudad de San Agustín.
Aquí la vida fue turbulenta. Varios ataques de la corona inglesa, incluyendo algunos de temerarios corsarios y piratas a su servicio como Francis Drake y Robert Searle pusieron en peligro a la ciudad.
El Castillo de San Marcos, construido entre 1672 y 1695, jugó un papel trascendental en la defensa de la ciudad. Esta fortaleza, diseñada por Ignacio Daza, un ingeniero español que residía en Cuba, es el fuerte de mampostería más antiguo en los Estados Unidos y fue designado primer monumento nacional.
Años más tarde, San Agustín se convirtió en un refugio para los negros que huían de la esclavitud británica y encontraban en este sitio mejores condiciones para vivir, entre ellas la posibilidad de comprar la añorada libertad. Se asentaron en Fort Mose donde los hombres libres y sus familias formaron una milicia y un puesto norte de defensa para la ciudad más antigua de la nación. Este espacio se ha reconocido como uno de los sitios originales en la ruta sur de la Vía Férrea Clandestina. En 1994 el lugar se designó como el Centro Emblemático Histórico y se incluyó en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Los terrenos incluyen un soleado paseo peatonal de madera con carteles interpretativos que detallan la vida y la herencia de estos primeros negros norteamericanos libres.
Irónicamente y después de tantas batallas, en 1763, el Tratado de París entregó pacíficamente la Florida a Inglaterra. Más tarde, este territorio pasó nuevamente a la jurisdicción de España. Y finalmente, la colonia española vendió estas tierras a EE.UU.