¡¡¡Sabor!!!
¿Qué tiene el Caribe sino sabor?, un sabor intenso y peculiar que no deja indiferente a ningún paladar. ¡Y como plato exquisito ofrece tantos matices!
Nosotros hemos preparado un menú de primavera que curiosamente empieza por lo más dulce: la caña de azúcar, pero es para no volvernos locos y perder tantas reglas absurdas como tenemos en este mundo tan ordenado. En el Caribe todo es posible, y empezar por el postre también.
Continuamos con algo de fuerza volcánica, pero suavizada con la bruma y el verdor de St. Pierre y como plato principal: Santiago de Cuba, una explosión de colorido, de música, de pasión por la vida que nos llega desde cualquier rincón o desde cualquier mirada de un santiaguero, siempre orgullosos de serlo.
Pero no sólo la comida hace que una velada sea inolvidable, son los detalles que nos llenan el espíritu de ganas de vivir y también un buen habano, símbolo inimitable de la fuerza del Caribe.