Un coche de excepción
Los años setenta trajeron nuevos aires a la industria automotriz. La década comenzó para los fabricantes norteamericanos con nuevas exigencias del Gobierno Federal en cuanto a calidad de combustibles y seguridad. Cadillac no fue la excepción, y luego de un rediseño completo en 1971, los modelos siguientes sólo recibirían los retoques indispensables.
Rebasada esta etapa, Cadillac entró de lleno en el campo que tradicionalmente ha sido su fuerte: el diseño. Para 1974 hizo cambios importantes en la apariencia de sus modelos, tanto exteriores como interiores, nuevas parrillas frontales, luces de posición; y un nuevo tablero de instrumentos con reloj digital fue parte de la parafernalia desplegada. El modelo que hoy ocupa nuestra página resume los años que lo antecedieron y cierra históricamente la etapa comenzada en 1945.
En 1975 Cadillac presentó seis modelos principales, con pocos cambios respecto al año anterior. Como es tradicional en esta marca, eran autos hermosos. Sin embargo, la imagen de ese año se identifica fácilmente gracias al empleo por vez primera en Cadillac de lámparas rectangulares en las luces frontales, dejando atrás las redondas que durante décadas iluminaron el camino de los más de cinco millones de Cadillacs producidos hasta entonces. Este solo cambio daba una imagen más homogénea y moderna a los automóviles, siendo más consecuentes con el perfil bajo y ancho imperante.
Para moverse con solvencia, el Fleetwood Eldorado Cadillac empleaba un motor V8 de 500 pulgadas cúbicas de desplazamiento, válvulas a la cabeza con elevadores hidráulicos, compresión de 8,5:1 y 190 H.P. a 4000 r.p.m., alimentado por un carburador de cuatro bocas. Semejante motor tendría sus días contados. Los precios de los carburantes impondrían revisiones importantes en toda la industria para buscar mejores rendimientos.
El año de 1975 marcó además puntos importantes dentro de Cadillac, pues fue la primera vez que los precios superaron los alcanzados por la serie Eldorado-Brougham de 1957 a 1960, y la producción total de Cadillac ese año llegó a 264 731 autos, de ellos 8 950 Fleetwood Eldorado Convertible. El precio de fábrica de este modelo se remontó hasta 10 783,00 U.S.D., y durante esos años se hizo común un incremento en los precios a mitad de año.
Este auto era un coche de excepción —no excepcional— destinado a un número limitado de compradores, pues su precio rondaba los 11 000 U.S.D. en 1975, treinta años atrás. Hoy, por ese precio, la mayoría de los fabricantes no venden ni el más “compacto” de los compactos.
De cualquier manera el Fleetwood Eldorado era, claro está, un auto llamativo. Estaba pensado para impactar con unas dimensiones enormes, llegando su largo total hasta las 225 pulgadas. Dondequiera que estuviese, era necesario reparar en él.