En el Instituto Internacional del Teatro (ITI), con sede en París, están tremendamente felices y agradecidos de que se haya podido celebrar el Día Mundial de la Danza en La Habana, junto a importantes celebridades que brindaron hermosos mensajes, en una función de gala verdaderamente emotiva y memorable para el Gran Teatro Alicia Alonso.
Este Día Internacional se celebra cada 29 de abril, en homenaje a Jean-Georges Noverre (1727-1810), creador del ballet moderno. Y este año coincidió con el setenta aniversario del ITI, la primera organización no gubernamental fundada por la Unesco, justo en el mismo tiempo en que se funda el Ballet Nacional de Cuba, el cual ha creado una escuela cubana de ballet gracias a una política pública de acceso gratuito a la enseñanza artística.
«Logramos consolidar un movimiento de danza escénica que ocupa un lugar de excepción en nuestra cultura nacional y alcanza un innegable reconocimiento a escala mundial», reza el mensaje de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso a la Gala por el Día Mundial de la Danza. A la vez exhorta a que el casual encuentro de estas fechas «marque la consolidación y el desarrollo de nuevos caminos de colaboración, para gloria de las artes escénicas de todo el mundo».
En el anterior editorial de Arte por Excelencias decía yo que ladrillo a ladrillo se hace un puente, a propósito de la masiva presencia de jazzistas norteamericanos en el pasado Festival Internacional Jazz Plaza, y ahora de más de doscientos artistas cubanos en los diversos escenarios del Centro Kennedy en Washington por más de dos semanas, lo que culminará el 3 de junio con los cuarenta años del debut del Ballet Nacional de Cuba en dicha institución y en Estados Unidos.
 Lo confirma, entre otras razones, que el ITI haya elegido para sus palabras de bienvenida a la celebración el mismo símbolo para buscar el intercambio con los artistas locales y el pueblo cubano: «Si se observa el tráfico sobre un puente, descubriremos que es siempre un camino de dos vías. En nuestro puente las ideas, las actuaciones, los esfuerzos humanísticos y educativos siempre pueden viajar en ambos sentidos en todo momento». Y es que el respeto a las personas en ambos lados del puente, sin hegemonismos, es la base del entendimiento mutuo.
 Hago votos porque, al igual que se multiplican los mensajes que pronunciaron personalidades de la danza de los cinco continentes desde La Habana,  los espectáculos de arte y cultura cubanos calen en el corazón de la capital norteamericana. Que puedan todos apreciar en paz la fuerza singular de las compañías de teatro y danza cubanas invitadas, el movimiento telúrico del jazz latino y caribeño, las instalaciones y performances, la impronta del cine cubano y la renovada huella del BNC, y hasta los desfiles de arte y moda y los sin pares cócteles cubanos, ahora que La Habana ya es la capital de la coctelería iberoamericana. ¡Enhorabuena!

 

*Fragmento del mensaje de la coreógrafa cubana Marianela Boán, directora de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de República Dominicana.